De Adolescente Fui ERC
Identidad de Clase y Exclusión
Como adolescente, fui parte de Esquerra Republicana (ERC). Sin embargo, mi relación con este grupo siempre estuvo marcada por la exclusión y los complejos. Me dejaban plagiar en los exámenes a cambio de pequeños favores; mis amigos ricos me pedían dinero prestado que nunca me devolvían. Me sentía obligado a hacerles favores para parecer convergente, pero jamás conseguí estar lo suficientemente cerca.
La Lucha por Pertenezco
Cuando intentaba expresar algún desacuerdo, pronto me llamaban traidor, español o empollón. La dinámica era siempre una trampa perfecta. Los otros eran los líderes y yo era el simple ayudante, que solo merecía atención breve si era solícito. Nunca tenía suficiente dinero para dejar atrás mi juventud y asumir una identidad distinta.
La Ilusión de Pertenecer
En el jardín de casa de mis padres, los demás celebraban mientras yo solo tiraba bombetas y compraba refrescos. Mientras ellos lanzaban cohetes y tiraban colillas en mi piscina de plástico, yo me sentía solo y apartado. No tenía el pedigrí adecuado para ser como ellos, cuyos abuelos eran franquistas y cuyos padres trabajaban en La Caixa.
La Condena Permanente
Porерш más que pertenecer a ERC y soñar con ser como los demás es que finalmente te das cuenta de que solo eres un adolescente pretendiendo ser algo y convocas elecciones. Después, cuando pierdes, te sientes avergonzado y vuelves a darle las llaves de la propiedad a los verdaderos dueños.