La Gastrodiplomacia: Cómo la Comida puede Ser una Herramienta Política
La gastronomía desempeña un papel significativo en la configuración de nuestra identidad nacional. Nuestro patrón de comidas, el cultivo y la preparación de alimentos tienen un impacto profundo en cómo nos percibimos y cómo nos ven los demás.
El Poder de la Comida en las Relaciones Internacionales
Algunos países han descubierto el potencial de la gastronomía como instrumento diplomático. Este enfoque, conocido como gastrodiplomacia, busca influir en la percepción de un país a través de su cocina. Al destacar los aspectos positivos de su cultura, pueden mejorar su imagen internacional y favorecer sus intereses políticos y económicos.
Experiencias de Gastrodiplomacia
– **Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia** han promovido una cocina nórdica que los ha convertido en un destino turístico atractivo.
– **Corea del Sur** ha instituido el Instituto del Kimchi, logrando que este fermento se convierta en un fenómeno global.
– **Tailandia** ha fomentado su cocina, convirtiéndose en el octavo país más visitado del mundo.
– **Japón** ha promovido la definición de su cocina, conocida como washoku, y se ha esforzado por aumentar su autosuficiencia alimentaria.
Gastronacionalismo vs. Gastrodiplomacia
La gastrodiplomacia se diferencia del gastronacionalismo en que mientras la primera se enfoca en la promoción de la cultura culinaria hacia el exterior, el segundo es una estrategia defensiva contra la globalización que busca preservar la tradición y la identidad cultural.
El Caso Español
España también está activamente involucrada en la gastrodiplomacia. La Real Academia de la Gastronomía (RAG) trabaja con el Ministerio de Exteriores y el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) para promocionar la cocina española en el extranjero y mejorar su imagen. La RAG propone acciones prácticas para difundir y promover la cultura gastronómica española, destacando su importancia para la economía y la sociedad.