Micaela Mantegna, experta en ética e inteligencia artificial: «El problema no es que los robots nos quiten trabajo, el problema es que nos quitan los ingresos»
El miedo a la IA y sus consecuencias
La rápida evolución de la inteligencia artificial (IA) ha generado pánico y dudas sobre su impacto en nuestra vida diaria. La IA plantea cuestiones filosóficas que atraviesan la vida cotidiana, como determinar si los trending topics son escritos por estudiantes o por la IA en sí. Los docentes se enfrentan a la duda de si los ensayos son redactados por estudiantes o por la IA.
Diseminación de desinformación y falta de regulación
Una preocupación significativa es la creación y propagación de desinformación, lo que puede afectar negativamente la democracia. También hay modelos de IA discriminatorios y deficientes que llegan al mercado sin una regulación severa, como los sistemas de reconocimiento facial en aeropuertos.
Impacto económico y trabajo invisible
El verdadero problema es que no redistribuimos los ingresos generados por la IA. Esto afecta a artistas y otros trabajadores, incluyendo a aquellos cuyo trabajo es clasificar y anotar datos para corregir la falta de sentido común y contexto en la IA, lo que los somete a jornadas de clasificar contenidos violentos o explícitos.
La importancia de la amabilidad y la tecnología
Mantegna cree que nuestra prioridad debe ser ser amables y humanizar nuestra interacción con la IA. La propagación de amabilidad a través de pequeñas acciones puede tener resultados benéficos inesperados. Además, tecnologías como la IA Generativa y la impresión 3D pueden superar las limitaciones del mundo físico.
El impacto real de la tecnología
Es fundamental estar conscientes de los costes ocultos de la IA, incluyendo el consumo de energía y agua en grandes centros de datos y el entrenamiento de modelos. También se debe considerar quiénes están siendo perjudicados o explotados por estas tecnologías.