Así resistió la ‘invicta’ Bilbao cinco meses de asedios con la destrucción de 6.500 bombas, sin alimentos rodeada de carlistas

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Bilbao, la ciudad abierta al mundo a través de la Ría y el mar Cantábrico, sufrió durante casi 5 meses un asedio cruel. Una batalla en la que los bilbaínos optaron por resistir ante un duro asedio. Los carlistas levantados en armas por Carlos de Borbón y Austria-Este en abril de 1872 se hicieron fuertes en Navarra y Euskadi y decidieron en la navidad de 1873 tomar Bilbao. Gorka Martín, arqueólogo y escritor, recupera en ‘Bilbao, 1874’ (La Esfera de los Libros) un momento histórico que marcó la historia de España y que se incorporó en la idiosincracia de una ciudad abierta y cosmopolita que ahora tiene la oportunidad de recuperar una hermosa historia de su pasado.

«Fue un bombardeo duro», advierte Gorka Martín que junto con el investigador Jesús Ángel Arrate presentará mañana martes su libro en el FNAC de Bilbao a las 19.00 horas. Martín explica con minuciosidad desde el contexto sociopolítico de España en el convulso siglo XIX hasta los detalles más cercanos a la vida de los bilbaínos que decidieron quedarse en su ciudad y responder con entereza a las bombas y obuses lanzados por las tropas carlistas.

«Muchos bilbaínos se conjuran para resistir al asedio porque tienen muy presente lo que hicieron sus padres en los intentos fallidos de la toma de Bilbao de 1835 y 1836», adelanta Martín. Una memoria compartida que también utilizaban las tropas carlistas conformadas por navarros, guipuzcoanos y también de vizcaínos que se sumaron a las proclamas de Carlos VII en un clima muy político muy convulso. Martín recuerda que antes del inicio de la Tercera Guerra Carlista, las elecciones dejaron claro el apoyo a esta corriente en Bizkaia aunque Bilbao se mantuviera fiel al gobierno liberal.

La capital bilbaína sufrió durante cinco largos meses las consecuencias de una batalla de desgaste en el que la moral de los ciudadanos era el objetivo de las tropas carlistas. «Los mandos militares liberales se quejaban de que los carlistas bombardean a la población civil sin que llevaran adelante un asalto que muy probablemente nunca hubieran conseguido culminar los carlistas», advierte Martín.

El papel de la Ría como cordón umbilical con la libertad, las penurias en la alimentación, el miedo y las enfermedades se suceden en un ensayo que encuentra pequeñas grandes historias como el lanzamiento de decenas de mensajes en botellas que los sitiados intentaron, sin éxito, que el Nervión llevara hasta el Abra donde se encontraban los barcos amigos. Martín, apasionado de la arqueología, recupera de las entrañas de Bilbao una historia heroica que la Guerra Civil y la dictadura franquista quiso borrar dinamitando sus monumentos más emblemáticos. 150 años después, al menos cada 2 de mayo se sigue recordando que en 1874 Bilbao ganó una de las batallas por la libertad.

Prensa24.es