Increíble descubrimiento: ‘Latidos’ de magma profundo están desgarrando África y formando un nuevo océano
Un estudio revela un fenómeno geológico sin precedentes en el continente africano
Imagina un corazón gigante latiendo en lo más profundo de la Tierra, desgarrando lentamente el continente africano y creando un nuevo océano. Esta impactante imagen no es parte de una historia de ciencia ficción, es la fascinante realidad descubierta por un equipo internacional de geólogos liderados por científicos de la Universidad de Southampton.
Según un reciente estudio publicado en ‘Nature Geoscience’, en la región de Afar, Etiopía, se han detectado pulsaciones de roca fundida provenientes del manto terrestre. Estos ‘latidos’ geológicos están transformando la corteza terrestre y dando forma a lo que en el futuro será un nuevo océano. ¡Sí, la Tierra está viva y respirando!
Pulsos rítmicos de magma bajo la región de Afar
La columna de manto caliente bajo Afar parece latir rítmicamente, impulsando magma hacia la superficie. Emma Watts, autora principal del estudio, describe este fenómeno como oleadas ascendentes de manto parcialmente fundido, influenciadas por el movimiento de las placas tectónicas.
Este flujo ascendente de material, detectado a través de análisis químicos en muestras de roca volcánica, revela un patrón único en la región. Un ‘código de barras’ geológico que indica la existencia de un penacho asimétrico, pulsante y en constante evolución.
Impacto en la actividad volcánica y sísmica
Este descubrimiento no solo revela la dinámica interna de la Tierra, sino que también arroja luz sobre la actividad volcánica y sísmica en superficie. Según Derek Keir, la evolución de las corrientes ascendentes del manto está estrechamente ligada al movimiento de las placas tectónicas, lo que tiene profundas implicaciones en la geodinámica de la región.
Las palpitaciones geológicas en Afar ofrecen una visión sin precedentes sobre cómo se forma un nuevo océano a partir de la ruptura continental. La plasticidad de la corteza terrestre se convierte en el lienzo donde la naturaleza esculpe sus obras maestras a fuego lento.
Conclusión: La Tierra late al ritmo de su propio renacimiento
El descubrimiento de estos ‘latidos’ de magma en lo más profundo de África nos recuerda que nuestro planeta es un organismo vivo en constante transformación. Cada pulso geológico, cada erupción volcánica, nos revela la increíble danza cósmica que da forma a nuestro hogar.
Así que la próxima vez que mires un mapa del mundo, piensa en los latidos de magma que crean y destruyen continentes, en los susurros de las placas tectónicas que moldean la superficie terrestre. Porque la Tierra, con sus ‘latidos’ profundos, nos recuerda que somos solo huéspedes temporales en su eterna morada.