La reconocida escritora Mercedes Cebrián ha compartido su visión única sobre el acto de comprar, expresando que este va mucho más allá de adquirir bienes materiales; es una forma de pertenecer al mundo de los vivos. En su libro ‘Estimada clientela’, Mercedes condensa reflexiones profundas acerca de cómo el comercio y las tiendas nos conectan con la vida cotidiana de una manera íntima e inesperada.

En medio de la pandemia, Cebrián se vio inmersa en un momento de reflexión al observar cómo la ciudad se transformaba sin la presencia de las tiendas habituales. Este escenario distópico la llevó a apreciar la importancia de ir de compras no solo como una necesidad, sino como una experiencia que le permitía pasear por la ciudad, comprender su entorno y encontrar alegría en pequeños detalles.

El paisaje comercial como parte de nuestra identidad

Cebrián destaca la relevancia del paisaje comercial en los núcleos urbanos, describiéndolos como lugares característicos que forman parte de nuestra vida diaria. A pesar de los cambios provocados por la pandemia, la autora observa con nostalgia cómo surgen nuevas formas de comercio, como la tienda de objetos devueltos por Amazon, que ofrecen una experiencia de compra sorprendente e inesperada.

La relación emocional con las marcas y tiendas

Cebrián resalta que, a pesar de posturas anticonsumistas, todos tenemos una conexión afectiva con ciertas marcas o establecimientos. Desde la infancia, las marcas se convierten en parte de nuestra vida, generando recuerdos y emociones que perduran en el tiempo. La autora reflexiona sobre cómo los niños aprenden sobre el consumo, negociando deseos y descubriendo la importancia de la elección y la identidad a través de las compras.

El acto de comprar como aprendizaje vital

Para Cebrián, la compra no es solo un acto transaccional, sino un proceso de autoconocimiento. Aprender a seleccionar productos, conocer nuestras preferencias y necesidades, y explorar nuevos gustos son parte de un aprendizaje vital que nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos. La autora rinde homenaje a aquellos que mantienen vivas las tiendas, como el caso de José, un comerciante madridleño que persevera a pesar de las dificultades.

Celebrando el consumo como historia cultural

‘Estimada clientela’ no busca glorificar el consumismo desmedido, sino más bien resaltar el consumo como un acto humano cargado de significado cultural e histórico. Cebrián se basa en referentes literarios como Annie Ernaux y Walter Benjamin para profundizar en su análisis sobre la relación entre los humanos y los objetos, demostrando que el acto de comprar es mucho más que una simple transacción.

Conclusión

Mercedes Cebrián nos invita a reflexionar sobre la importancia del comercio en nuestra vida cotidiana, más allá de la mera adquisición de productos. A través de ‘Estimada clientela’, la autora nos sumerge en un viaje íntimo y reflexivo sobre cómo las tiendas y las marcas moldean nuestra identidad y nos enseñan lecciones valiosas sobre nosotros mismos. Comprar no es solo una actividad, es una experiencia que nos conecta con nuestro entorno, nuestra historia y nuestra humanidad.