Captan una misteriosa señal de radio que surgió de un satélite ‘zombie’ de la NASA: está inactivo desde hace 60 años
Una señal enigmática desde las profundidades del espacio
Los científicos han estado fascinados por las ráfagas rápidas de radio (FBR) durante años, estallidos breves pero extremadamente potentes que emiten energía equiparable a la liberada por el Sol en años. A pesar de detectar estas ráfagas en múltiples ocasiones, su origen sigue siendo un misterio, con muchas de ellas apuntando al espacio profundo. Sin embargo, el descubrimiento de la fuente de una de estas FBR el pasado 13 de junio del año pasado tomó a todos por sorpresa. Resultó ser un satélite de la NASA, inactivo y a la deriva en la órbita terrestre desde hace más de 50 años.
El equipo liderado por el astrónomo Clancy James detectó una ráfaga de emisión en un ancho de banda específico por medio del Australian Square Kilometer Array Pathfinder (ASKAP). Esta explosión se situó cerca del satélite Relay 2, fuera de servicio desde 1967. A pesar de llevar décadas inactivo, en junio de 2024, el satélite generó una señal de radio extremadamente poderosa que desconcertó a los científicos.
El enigma detrás del pulso de radio
La señal duró apenas 30 nanosegundos, descartando cualquier posibilidad de que proviniera de los sistemas operativos del satélite. Ante esta incógnita, se barajaron teorías alternativas como el impacto de un micrometeorito o una acumulación de electricidad. Sorprendentemente, la señal no provenía de una galaxia distante, sino de nuestra propia Vía Láctea, a tan solo 4.500 kilómetros de la Tierra.
Este evento descartó la participación de un magnetar como origen de las señales FRB, lo que plantea nuevas preguntas sobre la naturaleza de estos fenómenos. La posibilidad de una descarga electrostática o el impacto de un micrometeoroide se presentan como las explicaciones más probables para esta señal inesperada.
Pistas reveladoras sobre las descargas electrostáticas
Los investigadores consideran que la señal pudo ser causada por una descarga electrostática, un fenómeno común en satélites que acumulan electrones en su órbita. Aunque la causa exacta de la explosión sigue siendo un enigma, este hallazgo proporciona valiosos datos para futuras investigaciones sobre las señales de radio de origen terrestre en el espacio.
La detección de esta breve ráfaga en frecuencias de GHz abre nuevas posibilidades para comprender las descargas electrostáticas en la órbita terrestre, un aspecto crucial para la seguridad de las naves espaciales. Este descubrimiento también destaca la importancia de reconocer y comprender las señales artificiales en medio de la vastedad del cosmos.
Desafíos futuros y reflexiones finales
A medida que la tecnología avanza, la capacidad de detectar y comprender señales de origen humano en el espacio se vuelve fundamental. Este incidente con el satélite ‘zombie’ de la NASA plantea nuevos desafíos y oportunidades para explorar fenómenos espaciales inusuales y potencialmente peligrosos.
En un universo cada vez más explorado, la identificación y comprensión de señales como la detectada en el Relay 2 nos acercan a comprender mejor el entorno espacial y los riesgos que enfrentamos. Este descubrimiento no solo amplía nuestro conocimiento sobre las emisiones terrestres en el espacio, sino que también subraya la importancia de abordar la creciente problemática de la basura espacial en órbita.
Moviendo fronteras en la exploración cósmica
La detección de señales inesperadas desde satélites inactivos como el Relay 2 despierta el interés de la comunidad científica en la comprensión de los fenómenos espaciales. Este hallazgo pionero abre nuevas vías de investigación y fortalece nuestra capacidad para enfrentar los desafíos del espacio exterior en constante evolución.
Una ventana a la complejidad del cosmos
En un cosmos vasto y enigmático, cada señal inesperada nos acerca un paso más a desentrañar los misterios del universo. El pulso de radio del satélite ‘zombie’ de la NASA es un recordatorio de la fascinante complejidad y diversidad de los fenómenos cósmicos que nos rodean, motivándonos a explorar más allá de los límites conocidos en busca de respuestas.