En el oscuro caso del asesinato del canónigo emérito de la catedral de Valencia, Alfonso López Benito, la verdad parece estar más cerca que nunca. La Fiscalía, tras intensas pesquisas, ha revelado un giro inesperado: un segundo autor, aún sin identificar, se habría unido al único encausado en el fatal crimen. Este nuevo personaje sería, según la calificación provisional, el ejecutor material del terrible asesinato que conmocionó a la comunidad.

Los detalles que han salido a la luz durante la investigación son impactantes. Resulta que el canónigo mantenía encuentros sexuales con jóvenes vulnerables, a quienes brindaba alojamiento, comida e incluso dinero a cambio de relaciones. Este comportamiento generaba malestar entre los vecinos, e incluso su amigo y guardaespaldas llegó a confirmar dichas prácticas durante su implicación en la causa.

La trama del crimen se complica

La Fiscalía Provincial de Valencia ha presentado un nuevo escrito en el que solicita una pena de 28 años de cárcel para el hombre encausado por el asesinato, ocurrido en la noche del 21 de enero de 2024 en la residencia del sacerdote en la calle Avellanas. El ministerio público acusa al procesado de asesinato, robo con violencia y estafa continuada, además de solicitar una indemnización para la familia de la víctima.

Según la reconstrucción de los hechos realizada por la Fiscalía, la noche del crimen el acusado se presentó en la casa del canónigo en compañía de un segundo individuo no identificado. Juntos, lograron acceder al hogar del religioso. La persona acompañante, identificada como el brazo ejecutor del asesinato, aprovechó la soledad del canónigo, conocía el lugar donde guardaba sus pertenencias, lo inmovilizó y le arrebató la vida sin posibilidad de defensa.

Un plan macabro puesto en marcha

Tras cometer el homicidio, el segundo autor se apoderó de pertenencias del canónigo, incluyendo su teléfono móvil y tarjetas bancarias. Posteriormente, entregó estos objetos al acusado, quien utilizó una de las tarjetas para realizar extracciones de dinero y compras diversas. Según la investigación, todo fue parte de un plan premeditado para acabar con la vida de la víctima y apoderarse de sus bienes.

El fiscal sostiene que ambos implicados actuaron de manera coordinada y siguiendo un plan establecido previamente. En el momento de la detención, al acusado se le incautaron más de 800 euros provenientes de las extracciones realizadas con la tarjeta del fallecido.

Un desenlace que se espera esclarecer en el juicio

El caso del asesinato del canónigo emérito de la catedral de Valencia sigue su curso hacia un juicio con jurado popular, con la incógnita de la identidad del segundo autor aún por resolver. A medida que se revelan más detalles sobre este crimen que conmocionó a la ciudad, la justicia busca arrojar luz sobre los motivos y circunstancias que rodearon la muerte del religioso.

En un caso que mezcla sexo, violencia y traición, la comunidad espera respuestas definitivas y justicia para la familia de la víctima. El desenlace de este oscuro episodio sin duda marcará un antes y un después en la historia de la catedral de Valencia y sus alrededores.