Emilio de Justo, en sustitución de Talavante, se presentó en la plaza de Algeciras con un desempeño magistral que emocionó a todos los presentes. Ante un toro de imponente presencia, Viñero, demostró su destreza desde el primer lance, desplegando una tauromaquia llena de cadencia y suavidad. Con una faena que combinó calidad y suavidad, Emilio conquistó al público y se llevó la primera oreja de la tarde.

Por su parte, Borja Jiménez también brilló con una faena intensa y profunda, demostrando su maestría ante Rescoldito. Con series largas y cargadas de emoción, el diestro dejó una huella imborrable en la plaza. A pesar de una ovación y una petición no atendida, su actuación fue memorable.

David de Miranda: Valor y entrega sobre el albero

La valentía y entrega de David de Miranda no pasaron desapercibidas en la tarde taurina de Algeciras. A pesar de un inicio ajustado, su actuación cargada de emoción y riesgo conquistó a los espectadores. Con una faena cargada de técnica y pasión, el diestro se hizo merecedor de una oreja que paseó con orgullo.

Emilio de Justo y el arte en su máxima expresión

En su segunda actuación de la tarde, Emilio de Justo volvió a deslumbrar con una faena cargada de arte y maestría. Con el toro a su merced, el diestro bordó una actuación sublime, destacando en cada lance y en cada pase. Culminando con una estocada magistral, Emilio se llevó las dos orejas en un triunfo inolvidable.

Borja Jiménez y la maestría del toreo

En un enfrentamiento con Apreciado, Borja Jiménez demostró una vez más su maestría en el ruedo. Con una faena llena de clase y emoción, el diestro brilló con luz propia, encajando cada lance con precisión y elegancia. A pesar de la polémica con la segunda oreja, su actuación dejó a todos sin aliento.

David de Miranda: Pasión y determinación hasta el final

En su última actuación de la tarde, David de Miranda demostró su entrega y pasión por el arte del toreo. A pesar de las complicaciones con Cartonero, el diestro supo mantener la compostura y brindar una faena digna de reconocimiento. A pesar de las dificultades, su actuación fue recibida con una ovación merecida.

La tarde taurina en Algeciras estuvo marcada por la emoción, la valentía y el arte de estos grandes diestros. Emilio de Justo, Borja Jiménez y David de Miranda dejaron una huella imborrable en el ruedo, conquistando al público con su maestría y entrega. Sin duda, una tarde para el recuerdo y para enaltecer la grandeza de la tauromaquia.