Irán detiene sus misiles mientras Israel acorrala a Jamenei
Una guerra a distancia que amenaza con extenderse
Los misiles lanzados por Irán han sumido a Tel Aviv en un estado de emergencia. Las escuelas y comercios están cerrados, los bares y restaurantes funcionan solo por la mañana, y las noches se han convertido en momentos de refugio. En Israel, la sensación es que esta guerra puede prolongarse semanas, no solo días.
A 1.500 kilómetros de distancia, en Teherán, Israel intensifica su presión sobre Alí Jamenei, líder supremo de Irán. Cuatro días después de su nombramiento, asesinaron al general Ali Shadmani, jefe del Estado Mayor. Esta confrontación, aunque a larga distancia, refleja las graves consecuencias de los ataques sin tregua.
El juego estratégico entre Israel e Irán
Con la cúpula militar iraní debilitada y las defensas aéreas neutralizadas, Israel continúa bombardeando Teherán y otros puntos de la república islámica. Sin embargo, el ataque a la planta nuclear de Fordow sigue pendiente. Por su parte, Irán ha ajustado su estrategia de lanzamiento de misiles, espaciándolos a lo largo del día para generar más impacto psicológico que daños materiales.
La diplomacia y las amenazas
En medio del conflicto, Irán mantiene abierta la posibilidad de retomar el diálogo nuclear, aunque se enfrenta a la falta de interlocución. Mientras tanto, Donald Trump ha endurecido su postura, exigiendo una «rendición total» de Irán y el cese absoluto de su enriquecimiento de uranio.
El peligro de una escalada regional
El director del organismo de control nuclear de la ONU indicó que no se han reportado daños adicionales en la planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, pero un corte de energía podría haber afectado las centrifugadoras. Mientras tanto, Israel busca persuadir a Estados Unidos para que participe directamente en el conflicto, planteando incluso el uso de una megabomba contra la planta nuclear subterránea de Fordow.
Conclusión
La tensión entre Irán e Israel ha escalado a niveles críticos, amenazando con una guerra de consecuencias impredecibles. Mientras ambos países se enfrentan en una lucha a distancia, la comunidad internacional observa con preocupación la posibilidad de una escalada que podría desencadenar un conflicto regional de proporciones catastróficas.