En un mundo donde la migración forma parte de la realidad cotidiana, la protección de los derechos de los niños y adolescentes que cruzan fronteras se convierte en una responsabilidad ineludible. Save The Children, a través de su exhaustivo informe ‘Cruzando fronteras’, ha revelado preocupantes hallazgos sobre la situación de los menores migrantes en países como España, Finlandia, Grecia, Italia y Polonia.

Según Jennifer Zuppiroli, especialista en migraciones de Save The Children, el sistema europeo para detectar y proteger a los menores migrantes está mostrando serias deficiencias. En ausencia de una figura que represente a los niños en las fronteras europeas, se están vulnerando de manera sistemática los derechos fundamentales de estos jóvenes en un contexto de gran vulnerabilidad.

La carencia de protección: un problema transversal en Europa

El informe de Save The Children destaca que tanto en España como en otros países analizados, la falta de una figura de protección específica para los menores migrantes se traduce en graves consecuencias. Esta ausencia no solo deja desamparados a estos niños y adolescentes en un momento crucial de sus vidas, sino que también contribuye a la perpetuación de situaciones de abuso y vulneración de sus derechos más básicos.

Impacto en la vida de los menores migrantes

Las vulneraciones de derechos que experimentan los niños migrantes no son simplemente cifras en un informe, son realidades que impactan de forma directa en sus vidas. La falta de protección adecuada los expone a peligros extremos, como la explotación laboral, la trata de personas y la violencia, generando secuelas profundas en su bienestar emocional y físico.

¿Qué podemos hacer para revertir esta situación?

Ante esta alarmante situación, es imperativo que los gobiernos europeos y la sociedad en su conjunto tomen medidas concretas para garantizar la protección efectiva de los derechos de los menores migrantes. Es necesario crear mecanismos de detección temprana, brindar asistencia especializada y establecer protocolos claros que garanticen su seguridad y bienestar en todo momento.

Conclusión: un llamado a la acción urgente

Salvar a los niños migrantes de las vulneraciones de derechos en las fronteras europeas no es una opción, es una obligación moral y legal que nos concierne a todos. Es hora de actuar de manera decisiva y coordinada para proteger a los más vulnerables y asegurar un futuro digno y seguro para cada niño y adolescente que busca refugio en Europa.