En medio de la lucha contra el tarifazo impuesto por Etecsa, empresa estatal de telecomunicaciones en Cuba, un valiente joven cubano ha expuesto la cruda realidad detrás de la suspensión del paro estudiantil que estremeció a las universidades del país. Lo que comenzó como una protesta legítima se vio detenida no por decisión voluntaria, sino por el hostigamiento y la intimidación despiadada de los órganos represivos del Estado.

Raymar Aguado Hernández, psicólogo y activista, reveló en una publicación en su perfil de Facebook las atrocidades cometidas contra los estudiantes, sus familias y parte del profesorado que se solidarizó con la causa. Las demandas estudiantiles fueron ignoradas, dando paso a una cacería de brujas que expuso la falta de interés del Estado por el bienestar del pueblo.

La represión desatada

Las denuncias de acoso por parte de la policía política se multiplicaron en varias universidades cubanas, desde La Habana hasta Villa Clara. Intimidaciones, amenazas de expulsión, interrogatorios ilegales y visitas intrusivas a viviendas fueron algunas de las tácticas empleadas para sofocar el movimiento estudiantil.

El terror impuesto por los órganos represivos del Estado buscaba silenciar el reclamo legítimo de los jóvenes contra el tarifazo de Etecsa. Actos de intimidación, tanto físicos como verbales, se convirtieron en el pan de cada día para aquellos que alzaban su voz en defensa de sus derechos.

El activismo y la persecución

Raymar Aguado Hernández, firme en su activismo contra el tarifazo, fue detenido e interrogado bajo acusaciones infundadas de incitación a delinquir. Incluso su padre fue presionado para frenar el apoyo de su hijo a la causa estudiantil. La represión no conocía límites ni respetaba la legalidad cubana.

Desde el inicio del paro, los estudiantes se enfrentaron a la censura y la falsa narrativa propagada por los medios oficiales. Sin embargo, decidieron grabar testimonios que evidenciaran la realidad que vivían, exponiendo la represión y el miedo que se respiraba en las universidades.

Conclusión: la lucha por la libertad

El caso del paro estudiantil en Cuba no solo revela la brutalidad de un régimen represivo, sino también la valentía y determinación de jóvenes que alzan su voz por la justicia y la libertad. A pesar de la represión, la verdad se abre paso, recordándonos que la lucha por los derechos fundamentales es un deber ineludible para aquellos que anhelan un cambio.