En medio de la incertidumbre y la confusión que rodearon a la tragedia natural que golpeó Valencia el pasado 29 de octubre, un detalle ha salido a la luz para revelar una verdad incómoda. La «caja negra» de la Emergencia, conocida como CoordCom, ha arrojado luz sobre un aspecto crucial: el envío de bomberos para vigilar el barranco del Poyo, pero sin contemplar su posterior retirada.

Ante la presión de la justicia, Manuela Roldán, jefa de servicio de Emergencias, ha dado un paso al frente para admitir este fallo en la gestión de la emergencia. En su testimonio ante la jueza y el fiscal de la dana, Roldán confirmó que la «caja negra» registró la orden de enviar bomberos al lugar de riesgo, pero sorprendentemente no recogió la instrucción de retirar a estos valientes efectivos una vez completada su tarea.

Un descuido de consecuencias imprevisibles

Este descuido en la comunicación interna de los servicios de emergencia no solo revela una falta de coordinación alarmante, sino que también pone de manifiesto la vulnerabilidad de los protocolos establecidos para hacer frente a situaciones críticas. La ausencia de un plan claro para la retirada de los bomberos expone a estos profesionales a un riesgo innecesario e evitable.

La omisión de un paso tan fundamental como la retirada de los efectivos una vez completada su labor pone en evidencia la necesidad urgente de revisar y fortalecer los procedimientos de actuación en situaciones de emergencia. La seguridad de quienes arriesgan sus vidas para proteger a la ciudadanía no puede estar sujeta a errores de coordinación.

Lecciones aprendidas y cambios necesarios

Este incidente, aunque lamentable, debe servir como un llamado de atención para todas las instancias involucradas en la gestión de emergencias. Es imperativo revisar a fondo los protocolos, reforzar la formación del personal y garantizar una comunicación clara y efectiva en todo momento.

La seguridad y el bienestar de los equipos de emergencia son fundamentales para asegurar una respuesta eficaz ante cualquier eventualidad. Aprender de los errores cometidos y tomar medidas concretas para evitar su repetición es la única forma de honrar el sacrificio y la valentía de quienes dedican sus vidas a proteger a los demás.

Un compromiso inquebrantable con la seguridad

En conclusión, la revelación de que la «caja negra» de la Emergencia registró el envío de bomberos al barranco del Poyo pero omitió la orden de retirada es un recordatorio de la importancia de la coordinación y la planificación en situaciones críticas. Solo a través de un compromiso inquebrantable con la seguridad y el bienestar de quienes nos protegen podemos garantizar una respuesta eficaz y profesional ante cualquier emergencia que se presente.