María Vetican, veterinaria: “Mi mayor miedo en verano son las espigas, son la peor pesadilla de los perros; se meten por todas partes y causan mucho daño”
Las espigas, un peligro latente para las mascotas en la temporada de calor
En la época estival, mientras muchos disfrutan del sol y las vacaciones, María Vetican, una reconocida veterinaria especializada en cuidado de mascotas, enfrenta uno de sus mayores temores: las espigas. Según sus palabras, estas diminutas semillas, especialmente cuando están secas, representan una amenaza constante para los perros, convirtiéndose en su peor pesadilla.
Con más de una década de experiencia en el campo de la medicina veterinaria, María Vetican ha atendido numerosos casos de mascotas que han sufrido las consecuencias de las espigas. En entrevista exclusiva, compartió detalles sobre los peligros que estas plantas pueden ocasionar y la importancia de tomar medidas preventivas para proteger a los animales.
¿Por qué las espigas son tan peligrosas?
Las espigas, conocidas también como hierbas de la pampa, carricerina o aguijón, son semillas con forma de punta afilada que se adhieren con facilidad al pelaje de los perros. Cuando están secas, se vuelven aún más peligrosas, ya que su estructura se endurece y pueden penetrar la piel, los oídos, los ojos e incluso las fosas nasales de las mascotas.
María Vetican advierte que, una vez que una espiga se introduce en el cuerpo del animal, puede causar lesiones internas, infecciones y abscesos. En casos graves, estas semillas pueden migrar a órganos vitales como pulmones o intestinos, poniendo en riesgo la vida del perro.
Consejos de prevención y actuación
Ante la amenaza que representan las espigas, la veterinaria recomienda revisar minuciosamente el pelaje de los perros después de paseos por zonas con vegetación alta, prestando especial atención a las zonas entre los dedos, las axilas y las orejas. En caso de detectar una espiga, es fundamental acudir de inmediato a un profesional para su extracción.
Además, sugiere mantener corto el pelo de las mascotas durante la temporada de calor y evitar zonas con presencia abundante de estas semillas. La prevención juega un papel crucial en la protección de los perros contra las espigas y sus consecuencias potencialmente graves.
La importancia de la atención veterinaria especializada
María Vetican enfatiza la necesidad de acudir a un veterinario ante cualquier señal de malestar en las mascotas, como tos persistente, dificultad para respirar, secreciones anormales o comportamiento inusual. La detección temprana de una espiga incrustada puede marcar la diferencia entre un problema leve y una situación de riesgo vital.
En conclusión, las espigas representan un peligro latente para los perros durante la temporada de verano. Con conciencia, prevención y atención especializada, es posible evitar que estas diminutas semillas se conviertan en la peor pesadilla de nuestras mascotas.