Hubo un tiempo en que la cabra montés experimentó un problema de superpoblación en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, causando daños en la flora de la zona. Para abordar esta situación, se implementaron medidas como capturas en vivo para trasladar ejemplares a otras áreas. Cinco años después de alcanzar el pico de población, las autoridades madrileñas informan que la población de cabra montés ha disminuido en un 40,5%. Como respuesta a esta disminución, se plantea la creación de un reservorio biogenético en el centro del Parque Nacional.

Equilibrando la población y protegiendo el ecosistema

En una reunión del Patronato del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, representantes de las comunidades de Madrid y Castilla y León acordaron que se ha logrado estabilizar la población de cabra montés en el parque. Surge así la propuesta de establecer un reservorio en una zona central, donde se seleccionarán ejemplares con óptimo desarrollo morfológico y excelentes condiciones corporales para garantizar su resistencia ante factores externos. Esta área estaría exenta de actividades cinegéticas presentes en otros espacios circundantes.

Medidas para el cuidado y control de la población

El reservorio propuesto contaría con mayor vigilancia, muestreos sistemáticos y observación directa de los rebaños. Se reducirían las capturas en vivo para reubicar en otras zonas del país, se ajustarían las actividades de caza autorizadas y se explorarían nuevas técnicas sanitarias no invasivas. El objetivo es lograr una estabilización poblacional con estructuras equilibradas por edad, sexo y distribución en las diferentes áreas del parque.

Avances y desafíos en la conservación

Los informes técnicos muestran que se ha detenido el crecimiento exponencial de la población de cabra montés en la Sierra de Guadarrama. Se destaca la concentración predominante de la población en la zona de Cuerda Larga-La Pedriza y la distribución desigual por sexos, con predominio de hembras adultas. Sin embargo, se identifica el furtivismo como un problema persistente que requiere intensificación de la vigilancia y acciones preventivas.

Descenso poblacional y factores determinantes

Desde el año 2010, se ha realizado un seguimiento exhaustivo de la cabra montés en la Sierra de Guadarrama debido al riesgo que representaba su alta densidad poblacional. Tras alcanzar un pico de 6.256 ejemplares en 2019, la población ha disminuido significativamente a 3.721 individuos en el último censo. Mecanismos naturales de ajuste, intervenciones gubernamentales y la presencia de patógenos han contribuido a este descenso, aunque se destaca la salud actual de la población en el parque.

Desafíos futuros y medidas preventivas

La disminución en la supervivencia juvenil, el retraso en la reproducción, la baja tasa reproductiva y la supervivencia de adultos en edad productiva son factores que inciden en el equilibrio poblacional de la cabra montés. Se destaca la importancia de corregir el desequilibrio de edades y sexos para preservar el sistema de apareamiento de la especie. La vigilancia contra el furtivismo se intensificará para garantizar la conservación de esta emblemática especie en la Sierra de Guadarrama.