En un giro inesperado durante el inicio de la celebración del G7 en Canadá, Donald Trump expresó su descontento por la expulsión de Rusia en 2014 y planteó la posibilidad de incluir a China en este selecto grupo. A pesar de las diferencias ideológicas y políticas, Trump no ve como impedimento que Rusia, bajo el mandato de Vladímir Putin, o China, bajo un régimen comunista, formen parte de las grandes democracias occidentales.

Al llegar a Kananaskis, un resort en las Montañas Rocosas de Canadá, Trump arremetió contra Barack Obama y el ex primer ministro canadiense Justin Trudeau, por la exclusión de Rusia del G7. Recordó que Rusia se unió al grupo en 1997, pero fue expulsada en 2014 tras la anexión de Crimea, un acto que Trump considera un error que ha complicado las relaciones internacionales.

La polémica en la cumbre del G7

En un breve encuentro con la prensa junto al primer ministro canadiense Mark Carney, Trump lamentó la ausencia de Rusia en la mesa de diálogo del G7, señalando que «hace la vida mucho más complicada». Ante la pregunta sobre la posible inclusión de China en el grupo, el presidente no descartó la idea y comentó que es importante contar con interlocutores con los que se pueda dialogar.

Trump destacó que, a pesar de las diferencias, Rusia y China son países con los que se puede entablar diálogo, mencionando que Putin se comunica con él directamente, mientras que otros líderes occidentales no han logrado mantener una relación cercana con el presidente ruso.

Reflexiones finales

Las declaraciones de Trump en el G7 han generado controversia y han puesto sobre la mesa la discusión sobre los criterios de pertenencia a este selecto grupo de democracias occidentales. A pesar de las posturas encontradas, el presidente estadounidense aboga por ampliar la participación, buscando tener interlocutores diversos y fomentar el diálogo en un contexto geopolítico cada vez más complejo.

El debate sobre la inclusión de Rusia y China en el G7 continúa abierto, dejando en el aire la posibilidad de futuras negociaciones y acuerdos que podrían reconfigurar el escenario político internacional. Trump, con su peculiar visión, ha vuelto a sorprender al mundo con sus planteamientos en esta cumbre tan esperada.