Los líderes del G7 han logrado consensuar, a pesar de las dudas iniciales de Donald Trump, una declaración conjunta sobre la guerra entre Israel e Irán y la crisis en Oriente Medio. Este comunicado refleja el respaldo del G7 a Israel, aboga por un marco de paz y estabilidad en la región, y demanda que Irán no tenga acceso a armas nucleares, que han sido el principal detonante del conflicto.

La declaración comienza afirmando: «Nosotros, los líderes del G7, reiteramos nuestro compromiso con la paz y la estabilidad en Oriente Medio», y es firmada incluso por Trump, a pesar de las especulaciones previas que indicaban lo contrario. En este contexto, se destaca la defensa del derecho de Israel a protegerse y se reafirma el apoyo a su seguridad, a pesar de las diferencias que han surgido entre algunos miembros del G7 y el Gobierno de Benjamin Netanyahu debido a la larga duración del conflicto en Gaza y un arriesgado ataque a Irán.

Irán, foco de inestabilidad en la región

La declaración señala a Irán como la principal fuente de inestabilidad y terrorismo en la región, dejando claro que el país nunca debe poseer armas nucleares. A pesar de estas afirmaciones, se aboga por el cese de las hostilidades y se enfatiza la importancia de proteger a los civiles en medio de la crisis.

Ante el riesgo de una escalada del conflicto que podría extenderse a nivel regional, se insta a buscar una solución que conduzca a una disminución de las hostilidades en Oriente Medio, incluyendo un alto el fuego en Gaza. La inclusión de la Franja palestina en la declaración resalta la creciente incomodidad de las potencias occidentales frente a la crisis humanitaria en esa región, a pesar del apoyo continuo a Israel.

Compromiso con la estabilidad global

El comunicado finaliza con un llamado a estar alerta ante las implicaciones en los mercados energéticos internacionales y la disposición a coordinarse con socios afines para garantizar la estabilidad del mercado. La firma de Trump en el comunicado representa una victoria para Canadá, país anfitrión de la cumbre, en un contexto de tensiones entre EE.UU. y los demás miembros del G7.

A pesar de las diferencias y los temores iniciales de conflictos durante la reunión, el mínimo consenso alcanzado, aunque con un texto suavizado y sin grandes logros diplomáticos, muestra una voluntad conjunta de abordar la crisis en Oriente Medio. El regreso anticipado de Trump a Washington interrumpe la agenda restante de la cumbre, pero al menos se logró un acuerdo en un tema tan crucial como el conflicto entre Israel e Irán.

Desafíos pendientes y cierre anticipado

La presencia de Trump en la declaración específica sobre Oriente Medio, a pesar de su salida anticipada de la cumbre, representa un paso importante en medio de las tensiones y desafíos que enfrenta la comunidad internacional en la región. Aunque su partida temprana afectó la agenda prevista, el compromiso asumido en el comunicado conjunto es un indicio de la urgencia de abordar la compleja situación en Oriente Medio.

El apoyo a Israel, la condena a Irán por su papel desestabilizador y el llamado a la protección de los civiles reflejan la preocupación compartida por la paz y la estabilidad en la región. La firma de Trump en el comunicado, a pesar de las diferencias previas, evidencia un esfuerzo por mantener la cohesión en un contexto de crecientes tensiones internacionales.

Conclusión

El respaldo del G7 a Israel y la declaración conjunta firmada por Trump marcan un hito en las negociaciones internacionales sobre la crisis en Oriente Medio. A pesar de las discrepancias y los desafíos presentes, la voluntad de buscar una solución pacífica y establecer un marco de paz en la región es un paso fundamental en un contexto marcado por la incertidumbre y la inestabilidad.