Una de cada 5 personas con sobrepeso ahora serán diagnosticadas de obesidad
El nuevo marco de clasificación redefine la obesidad y sus implicaciones en la salud
La Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO) ha propuesto un nuevo marco de clasificación de la obesidad que está causando revuelo en el ámbito médico. Según este nuevo enfoque, una de cada cinco personas previamente consideradas con sobrepeso será reclasificada como persona con obesidad. Esta redefinición, respaldada por expertos como Andrea Ciudin de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), busca ajustarse mejor a la complejidad biológica de la obesidad y sus impactos en la salud.
Para Ciudin, la obesidad va más allá de un simple número en la balanza; se trata de una enfermedad caracterizada por el exceso y disfunción del tejido graso, con consecuencias negativas para la salud. Durante mucho tiempo, el Índice de Masa Corporal (IMC) ha sido la única referencia diagnóstica utilizada, a pesar de sus limitaciones en reflejar la verdadera composición corporal y los riesgos asociados a la distribución de la grasa.
La importancia de una clasificación precisa
El IMC, basado en la relación entre peso y altura, no considera aspectos clave como la ubicación y funcionalidad de la grasa corporal. La grasa visceral, localizada en el abdomen, está estrechamente relacionada con enfermedades como la diabetes, problemas cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Por lo tanto, una distribución desfavorable de la grasa puede indicar obesidad, incluso si el IMC aparenta lo contrario, advierte Ciudin.
Según esta nueva clasificación, un estudio realizado en EE.UU. reveló que casi el 19% de los adultos previamente catalogados como con sobrepeso fueron reclasificados como personas con obesidad. A pesar de este cambio, se observó que el riesgo de muerte de estas personas era similar al de aquellos con peso normal, planteando interrogantes sobre las implicaciones de esta nueva definición en la salud y el tratamiento.
Un enfoque más sensible y preciso
Los investigadores sugieren que el nuevo marco propuesto por la EASO podría ser una herramienta más sensible para detectar la obesidad en sus etapas iniciales, permitiendo identificar a quienes están en riesgo y podrían beneficiarse de tratamientos específicos. La obesidad, clasificada como enfermedad por exceso de masa grasa o por grasa enferma, implica distintos riesgos y complicaciones que requieren abordajes específicos.
Por tanto, esta redefinición no busca sobrediagnosticar, sino ajustar el enfoque a la realidad biológica de la enfermedad. Detectar tempranamente a las personas en riesgo puede ser clave para prevenir complicaciones metabólicas, mecánicas y enfermedades graves asociadas a la obesidad, concluye la experta de la SEEDO.
Conclusiones sobre la nueva clasificación de la obesidad
La obesidad es una enfermedad compleja que va más allá de las cifras en una balanza. La revisión de los criterios diagnósticos, como la propuesta por la EASO, representa un paso importante hacia una detección más precisa y temprana de la obesidad, permitiendo implementar tratamientos específicos y personalizados para cada caso. Es fundamental entender que la obesidad no es solo un problema estético, sino una condición de salud con implicaciones serias que deben abordarse con seriedad y sensibilidad.