Coslada pierde oportunidades una tras otra: ahora el ruido de los trenes
El municipio no logra acceder a ayudas públicas para mitigar el impacto del tráfico ferroviario
En el corazón de Coslada, un municipio del Corredor del Henares con más de 80.000 habitantes, la oposición municipal ha denunciado la pérdida de una nueva ayuda pública destinada a mitigar los efectos del tráfico ferroviario que afecta directamente a numerosas viviendas. Este hecho se suma a otras oportunidades desaprovechadas a lo largo de los primeros meses del año, generando críticas por parte del Partido Popular hacia la gestión del alcalde socialista, Ángel Viveros.
El desencanto en Coslada se hace evidente al conocer que, entre las subvenciones perdidas, se encontraba una ayuda de 1,7 millones de euros ofrecida por la Comunidad de Madrid para la rehabilitación de viviendas. A pesar de las explicaciones del gobierno local sobre «problemas técnicos administrativos», desde la oposición no dudan en calificar estas pérdidas como resultado de «desidia» y «mala gestión».
Una realidad que no cesa
La historia se repite en Coslada, donde incluso las oportunidades más claras se esfuman. En el último pleno municipal, el Grupo Popular expuso la ocasión perdida de acceder a una inversión significativa para minimizar el ruido generado por el paso de trenes en el municipio. Adif, con una inversión cercana a los 25 millones de euros, estaba llevando a cabo una intervención para mejorar la protección acústica en varios puntos de la Comunidad de Madrid.
Las líneas C-2 y C-7, cruciales para Coslada, estaban contempladas en estas actuaciones. Sin embargo, la falta de una solicitud formal por parte del Gobierno municipal ante el Ministerio de Fomento truncó esta posibilidad, dejando al municipio excluido una vez más de medidas que podrían aliviar el impacto del tráfico ferroviario en la zona céntrica, especialmente en las viviendas afectadas.
La voz de la oposición y la esperanza perdida
El portavoz del PP manifestó su descontento ante esta situación, resaltando la importancia de no perder de vista las oportunidades que beneficiarían directamente a los vecinos de Coslada. La ausencia de acciones concretas por parte del alcalde ha generado críticas y cuestionamientos sobre el futuro de las gestiones municipales en relación al tráfico ferroviario.
Ante la pregunta directa sobre posibles solicitudes de actuación o subvención para mitigar los ruidos ferroviarios, la respuesta del gobierno municipal se limitó a mencionar conversaciones pasadas sobre el soterramiento de las vías. Sin embargo, la falta de acciones concretas y la pérdida de oportunidades clave evidencian una realidad preocupante para los habitantes de Coslada.
Un futuro incierto
La incertidumbre se cierne sobre Coslada, donde las oportunidades perdidas van más allá de lo económico y se traducen en la calidad de vida de sus habitantes. Mientras otras localidades reciben inversiones para mitigar el impacto del tráfico ferroviario, el municipio sigue viendo pasar los trenes, junto con las oportunidades que podrían mejorar su entorno.
La gestión de recursos públicos y la toma de decisiones estratégicas son cruciales para el desarrollo de un municipio, y Coslada enfrenta el desafío de no dejar escapar más oportunidades que podrían marcar la diferencia en la vida de sus ciudadanos afectados por el ruido de los trenes que cruzan sus calles cada día.
Conclusiones
Coslada, un municipio con una población significativa y necesidades palpables, se ve afectado por la falta de gestión eficiente y la pérdida de oportunidades para mejorar su entorno. La situación actual refleja la importancia de una administración comprometida con el bienestar de sus ciudadanos, capaz de aprovechar las ayudas y subvenciones disponibles para garantizar un entorno más saludable y habitable para todos.
Esperemos que este revés sirva como llamado de atención y motive acciones concretas por parte de las autoridades locales para buscar soluciones efectivas que mitiguen los efectos del tráfico ferroviario en Coslada, priorizando el bienestar y la calidad de vida de sus habitantes por encima de cualquier obstáculo administrativo o burocrático.