Reforma de pensiones: así cambiará el cálculo para tu jubilación
Una mirada profunda a las nuevas reglas que impactarán en tu pensión
Imagina jubilarte con una pensión calculada de manera diferente, ¿qué cambios podrían beneficiarte? La reciente reforma de pensiones plantea modificaciones sustanciales en el cálculo de la base reguladora para determinar la cuantía de las prestaciones jubilatorias. Una de las novedades más relevantes es la posibilidad de elegir entre dos opciones: continuar con el método tradicional que considera los últimos 25 años cotizados, o bien, optar por un nuevo sistema que tomará en cuenta los últimos 29 años, descartando los dos peores períodos de cotización.
El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) será el encargado de determinar cuál de estos dos modelos resulta más beneficioso para cada trabajador al momento de su jubilación. Sin embargo, la implantación completa de esta segunda alternativa no será efectiva hasta el año 2037. ¿Cómo se irá implementando este cambio y quiénes se verán más favorecidos por estas modificaciones? Acompáñanos a descubrirlo.
Una transición gradual hacia un sistema más favorable
La fase inicial de la reforma establece un período de adaptación que se extenderá durante doce años, comenzando en 2026. Durante este tiempo, se irá incrementando progresivamente el número de meses tomados en cuenta para el cálculo de la pensión, así como la posibilidad de descartar ciertos periodos menos favorables. Esta transición no afectará a aquellos que se jubilen antes de la completa implementación del nuevo método.
Desde el 1 de enero de 2027, los nuevos jubilados podrán escoger entre dos opciones: basar su pensión en las últimas 300 mensualidades cotizadas (equivalentes a 25 años), o considerar las últimas 304 mensualidades (25,33 años), eliminando dos de estos meses menos favorables. Esta dinámica se repetirá anualmente, incrementando paulatinamente el número de meses considerados.
Impacto en los trabajadores: ¿quién se beneficiará?
La reforma busca mejorar las prestaciones de los jubilados, lo que se traducirá en un aumento del gasto en pensiones. Uno de los colectivos más beneficiados serán las mujeres, que suelen experimentar lagunas de cotización durante períodos de maternidad, impactando negativamente en sus futuras pensiones. También aquellos trabajadores que hayan sufrido interrupciones laborales debido a despidos o invalidez cerca de la edad de jubilación.
La opción de elegir entre los últimos 25 años y los últimos 29 años, descartando los peores meses, se mantendrá vigente hasta el año 2044. A partir de entonces, el cálculo de la pensión se realizará exclusivamente con la modalidad más beneficiosa, proporcionando una mayor seguridad a los futuros jubilados.
Mejoras en la integración de lagunas de cotización
La reforma también contempla una mejora en la forma en que se integran en la base de cotización los períodos en los que el trabajador no ha cotizado, las denominadas lagunas de cotización. Este es un aspecto crucial que preocupa a muchos trabajadores, ya que impacta tanto en los años de cotización requeridos como en la cuantía de la pensión a percibir.
Para compensar estas lagunas, se establece que la Seguridad Social cubrirá el 100% de la base mínima durante los primeros 48 meses de ausencia de cotización, reduciéndose al 50% a partir del mes 49. En el caso de las trabajadoras por cuenta ajena, la cobertura se extiende hasta el séptimo año, garantizando un respaldo económico durante estos periodos.
En conclusión, la reforma de pensiones trae consigo cambios significativos que beneficiarán a diversos sectores de trabajadores, especialmente a aquellos que han experimentado condiciones laborales precarias o interrupciones en su vida laboral. La posibilidad de elegir entre dos modelos de cálculo de pensión, junto con la mejora en la integración de lagunas de cotización, representa un avance importante en el sistema de seguridad social, asegurando una mayor equidad y protección para los futuros jubilados.