En un giro impactante de los acontecimientos que rodearon la pedida de mano de Cheíto a Ainhoa en el Centro Recreativo de Artes en Ribeira, La Coruña, un miembro de la familia Borja ha sido enviado a prisión provisional sin fianza por presuntamente agredir a un joven de la familia Bentos con un machete durante una violenta batalla campal.

La agresión, que tuvo lugar en el aparcamiento del recinto, estuvo a punto de cobrarse la vida de la víctima. Según fuentes judiciales, el agresor, pariente de la novia, enfrenta cargos por tentativa de homicidio, mientras que otros tres miembros de la familia Borja han sido puestos en libertad provisional con medidas cautelares tras comparecer ante el juzgado.

Detalles de la situación judicial

En total, seis parientes de la familia Borja fueron detenidos en relación con la reyerta, pero solo cuatro de ellos han sido llevados ante la justicia. Con esta decisión, dos involucrados en la pelea ahora se encuentran en prisión preventiva. El primero en ingresar fue el hermano de la víctima mortal, investigado por homicidio con dolo eventual debido a un trágico incidente en el aparcamiento.

Por su parte, la familia del novio, los Bentos, oriunda de Lavacolla, Santiago de Compostela, tiene cinco miembros más investigados por los disturbios, acusados de riña tumultuaria. Este viernes, se sumaron a la lista tres integrantes de la familia rival que quedaron en libertad provisional, complicando aún más el panorama judicial.

Conclusión: un evento que deja huellas profundas

La tragedia y la violencia desencadenadas durante un evento que debería ser de celebración han dejado a varias familias sumidas en el dolor y la incertidumbre. La decisión de enviar a prisión al agresor con el machete y las implicaciones legales para los demás involucrados marcarán un antes y un después en esta historia llena de dolor y confrontación.

La justicia deberá esclarecer los hechos, se espera que se haga justicia por las víctimas y que un suceso tan trágico como este sirva como lección para evitar que la violencia y el conflicto se adueñen de momentos que deberían ser de unión y felicidad.