En medio de una polémica que trajo consigo la contratación de Diego Ventura en la plaza de toros de Santander, la expectación se elevó al máximo para presenciar un mano a mano entre el caballero de La Puebla del Río y Andy Cartagena. Lances de Futuro, la empresa organizadora, estructuró una feria impecable en la bella ciudad cántabra, convirtiéndola en la gran perla del norte.

El ambiente en los tendidos de Cuatro Caminos era impresionante, con tres históricos ‘No hay billetes’ colgados en lo que va de temporada. La afición a los caballos se hacía notar en los valles cántabros, pero también era palpable el esfuerzo constante de la empresa por brindar una semana taurina inolvidable tanto en las gradas como en la ciudad. Santander respiraba toros por cada rincón.

El Espectáculo en la Arena

El desfile de las cuadras previo al inicio de la corrida fue todo un espectáculo, especialmente la cuadra de Ventura, más rebelde y desafiante, que mantuvo en vilo a los mozos. El ambiente se cargaba de emoción y patriotismo cuando resonaron las notas del Himno Nacional, seguido de efusivos «¡vivas!» a España por parte de los espectadores.

Con más de seiscientos kilos, el imponente primer toro hizo su entrada en la arena, recibiendo el primer rejón de castigo con elegancia. Cartagena demostró su maestría a dos pistas, aprovechando el temple del toro de Los Espartales. El público disfrutaba cada lance, especialmente cuando Pintas, el caballo blanco con lunares negros, hacía su aparición, arrancando aplausos y exclamaciones entre los presentes.

El Desarrollo del Festejo

A pesar de un rejón trasero por parte de Cartagena, la posibilidad de premio se desvaneció al requerir un segundo intento. La ovación acompañó la salida de Bamberino mientras el rejoneador se despedía entre silencio. La tarde continuó en medio de la emoción y la maestría de los toreros, elevando la intensidad y el arte en cada lance.

La Feria de Santiago en el Coso de Cuatro Caminos quedará grabada en la memoria de los amantes de la tauromaquia. Con lleno en la plaza, los toros de Los Espartales brindaron un espectáculo único, donde los rejoneadores demostraron su destreza y valentía frente a animales imponentes y exigentes.

Conclusión Inolvidable

La corrida en Santander fue mucho más que un simple espectáculo taurino. Fue un homenaje a la tradición, al valor y a la pasión por el arte del rejoneo. Los asistentes vivieron momentos de emoción, admiración y respeto por la maestría de los toreros y la bravura de los toros. ¡Vivas a España y a la tauromaquia!