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Algún día todo esto será divertido

El desafío de Mbappé y el Madrid tras la derrota ante el PSG en el Mundial de Clubes

Una vez más, el Real Madrid se enfrentó al PSG sin sus recientes fichajes en el once titular, reviviendo la sombra de un equipo que lucha por encontrar su rumbo. Cada acción parece requerir un esfuerzo extra, cada disputa de balón se convierte en una batalla cuesta arriba y cada intento de reacción se disipa en meras amenazas. La fragilidad defensiva se castiga con dureza, dejando en evidencia un conjunto que aún no logra encontrar su mejor versión. Frente a un PSG en plena sintonía, el resultado final de 4-0 resonó como un duro golpe, aunque con el consuelo de estar en la pretemporada, en un Mundial de Clubes y en un proceso de prueba y error.

Una valoración positiva entre matices

A pesar de la contundente derrota, el balance global de la participación del Real Madrid en el torneo resulta alentador. La posibilidad de conquistar un título con un equipo en proceso de construcción era más un anhelo que una expectativa realista. Con piezas que llegan, otras que se van, jóvenes promesas emergentes, jugadores recuperados de lesiones y fichajes pendientes, la tarea de cohesionar y consolidar un equipo competitivo era un desafío considerable. A pesar de ello, el club logró obtener beneficios económicos, dar oportunidad a un talentoso jugador de la cantera, mantener la integridad física del plantel y medirse en semifinales ante el actual campeón de Europa, que actualmente se encuentra en un nivel superior.

El desafío de Mbappé y la exigencia del madridismo

En medio de estas consideraciones, surge una verdad incómoda: Kylian Mbappé y el técnico Xabi Alonso encaran una temporada repleta de desafíos. El estratega es consciente de que su principal activo, considerado el delantero más determinante del mundo, debe comenzar a marcar la diferencia de manera consistente. El Real Madrid no contrató a Mbappé solo por sus goles esporádicos o para que luzca la Bota de Oro de forma decorativa. La llegada del francés al equipo blanco tuvo como objetivo cambiar el curso de los partidos importantes, infundir temor en los rivales y brillar en noches cruciales como la mencionada. Paradójicamente, Mbappé abandonó el PSG que ahora triunfa sin él, para incorporarse a un Real Madrid que, frente a los grandes desafíos, aún no logra brillar. La afición madridista espera más que lo que el actual rendimiento del jugador les ofrece, al igual que con Vinícius. El camino por recorrer es extenso, pero existen las herramientas, el tiempo y, sobre todo, el liderazgo técnico para lograr la transformación deseada. Quizás lo presenciado hasta ahora sea solo el primer esbozo de algo grandioso. Quizás la verdadera temporada competitiva inicie mañana. Y tal vez, en un futuro cercano, recordemos este peculiar Mundial de Clubes como el inicio de una etapa prometedora. Aunque, como decía Nora Ephron, «Algún día todo será divertido», pero ese día no será hoy ni mañana.

Prensa24.es