Vencidos
El desafío del catalán en las nuevas generaciones
En un reciente evento, Francesc Xavier Vila Moreno, ‘conseller’ de Política Lingüística de la Generalitat de Cataluña, abordó un tema que enciende las alarmas: el catalán entre las nuevas generaciones. Bajo el título «El catalán entre las nuevas generaciones: retos y oportunidades», Moreno planteó una preocupante realidad: el descenso en el uso del catalán entre los jóvenes, señalando que incluso los datos de hace décadas muestran una mayor fluidez lingüística que en la actualidad.
Resulta sorprendente escuchar a un representante oficial hablar de «oportunidades» en relación con una lengua que, según los datos presentados, está perdiendo terreno entre los más jóvenes. La inquietud crece al conocer que el grupo de edad de 30 a 44 años es el que menos utiliza el catalán, planteando un escenario desafiante para la preservación y promoción de esta lengua única.
Factores detrás del declive lingüístico
Moreno sugiere que la migración y el desinterés por parte de las nuevas generaciones en aprender catalán son factores determinantes en este declive. A pesar de los esfuerzos realizados en ámbitos como la educación, la tecnología y las campañas de concienciación, la «intensidad de uso» de la lengua catalana está en descenso, abriendo paso al español en la cotidianidad de los jóvenes.
El ‘conseller’ reconoce la necesidad de adaptar los métodos educativos y fomentar entornos multilingües para revertir esta tendencia. Sin embargo, la resistencia a la imposición lingüística y la búsqueda de mayor utilidad práctica parecen influir en la preferencia de otras lenguas, relegando al catalán a una posición de marginalidad.
Desafíos y soluciones propuestas
Ante este panorama desalentador, Moreno destaca la importancia de contar con docentes altamente capacitados para abordar la diversidad lingüística en las aulas y mejorar el sistema de inmersión lingüística. Asimismo, propone ampliar las plataformas digitales en catalán como una estrategia para mantener vivo el idioma en un entorno cada vez más globalizado.
Sin embargo, la resistencia natural ante la coerción lingüística plantea un desafío adicional a estos esfuerzos, evidenciando que la imposición no es la vía para garantizar la pervivencia de una lengua. La necesidad de adaptarse a las demandas actuales y ofrecer una visión pragmática sobre la utilidad de las lenguas se presenta como un camino necesario para revitalizar el catalán entre las nuevas generaciones.
Conclusiones
En definitiva, la situación del catalán entre las nuevas generaciones plantea un reto fundamental para su supervivencia y relevancia en un contexto cambiante. Las estrategias tradicionales pueden no ser suficientes para frenar el avance de otras lenguas más ampliamente utilizadas, lo que obliga a replantear enfoques y adoptar medidas innovadoras que conecten con las necesidades y preferencias de los jóvenes.
Es imperativo comprender que la diversidad lingüística es un activo cultural que enriquece la sociedad, y que su promoción debe ir de la mano de una visión realista y atractiva para las nuevas generaciones. Solo así se podrá evitar que el catalán y otras lenguas minoritarias se vean desplazadas en un mundo cada vez más interconectado y competitivo.