Amaia Ciriza, voluntaria: “Me consideraba una persona altruista, por todo el tiempo y dinero invertido en los animales; ahora siento que ellos me dan más de lo que yo les doy”
Descubre la inspiradora historia de Amaia Ciriza, una médica de familia que ha logrado más de 150 adopciones de los llamados PPP
Imagina dedicar gran parte de tu tiempo y recursos a ayudar a aquellos que más lo necesitan, sintiendo que estás haciendo una diferencia en el mundo. Esta era la vida de Amaia Ciriza, una mujer que se consideraba altruista por el esfuerzo invertido en rescatar y cuidar animales abandonados. Sin embargo, lo que no esperaba era la increíble lección de amor y gratitud que recibiría a cambio.
A lo largo de su carrera como médica de familia, Amaia se ha destacado no solo por su profesionalismo, sino también por su dedicación a los animales denominados PPP (Perros Potencialmente Peligrosos). Su labor como voluntaria en refugios y asociaciones de protección animal la llevó a ser parte de más de 150 procesos de adopción, cambiando para siempre la vida de estos seres vulnerables.
El verdadero significado del altruismo: recibir más de lo que se da
Para Amaia Ciriza, la experiencia de ayudar a los animales no solo ha sido una muestra de generosidad, sino también un camino de autodescubrimiento. A medida que dedicaba su tiempo y esfuerzo a brindarles una segunda oportunidad, descubrió que eran ellos quienes le ofrecían una lección invaluable: el poder del amor incondicional y la gratitud sincera.
En cada mirada de agradecimiento de los perros rescatados, en cada lamida llena de cariño, Amaia encontró una fuente inagotable de inspiración y alegría. Comprendió que la verdadera recompensa del altruismo no radica en lo material o en el sacrificio, sino en la conexión genuina que se establece con aquellos a quienes se brinda ayuda desinteresada.
El impacto de cada adopción: una historia de esperanza y transformación
Cada proceso de adopción liderado por Amaia Ciriza no solo representaba un nuevo hogar para un animal abandonado, sino también un acto de amor que trascendía fronteras. Detrás de cada historia de adopción se escondía un relato de esperanza y transformación, tanto para el animal como para la familia que decidía abrirle las puertas de su hogar.
El compromiso de Amaia no se limitaba a encontrar un techo seguro para los perros PPP, sino a educar a las familias adoptantes sobre la importancia de la responsabilidad y el cuidado adecuado de sus nuevas mascotas. Su labor no solo salvaba vidas, sino que también generaba conciencia sobre la importancia de respetar y proteger a todos los seres vivos.
El legado de amor y compromiso de Amaia Ciriza
Amaia Ciriza, a través de su incansable labor como voluntaria, ha demostrado que el verdadero altruismo va más allá de las acciones concretas; se trata de un intercambio de amor y gratitud que enriquece tanto al que da como al que recibe. Su legado perdurará en cada vida que ha tocado, en cada familia que ha unido y en cada corazón que ha llenado de esperanza.
Hoy, Amaia sigue dedicando parte de su tiempo a los animales, no como una muestra de altruismo, sino como un recordatorio constante de que, en este mundo, todos tenemos la capacidad de dar y recibir amor incondicional. Porque, al final del día, son ellos quienes nos enseñan que, a veces, recibimos mucho más de lo que damos.