Imagina poder escapar del agobiante calor del verano, con vistas a las impresionantes montañas de la Sierra de Grazalema, y darte un baño en aguas frescas sin siquiera ensuciarte los pies de arena. Todo esto es posible en la Playita de Zahara de la Sierra, una playa artificial que se ha convertido en un tesoro escondido en los últimos años, ofreciendo una opción única y refrescante para aquellos que buscan algo distinto para combatir las altas temperaturas.

Ubicada en pleno Parque Natural de la Sierra de Grazalema, esta joya conocida también como la Playita de Arroyomolinos, te sorprenderá con su entorno natural privilegiado, situado a los pies de la Sierra de Monte Prieto, cerca de la Cueva del Susto y el famoso pantano de Zahara-El Gastor.

Un oasis de diversión y relax en medio de la naturaleza

La Playita de Zahara de la Sierra tiene todo lo necesario para disfrutar de un día inolvidable en familia. Con un bar-restaurante y chiringuito en la zona de baño, así como amplias áreas para hacer picnic, este lugar se ha convertido en el destino perfecto para escapar de la rutina y conectar con la naturaleza.

Además, cuenta con un equipo de socorristas que garantizan la seguridad de los bañistas, mientras que sus aguas tratadas y en óptimas condiciones invitan a sumergirse y refrescarse en todo momento.

Comodidades y servicios para una experiencia placentera

Para mayor comodidad de los visitantes, la Playita ofrece numerosas zonas de sombra donde resguardarse del sol, rodeadas de árboles frutales, chopos y nogales que crean un entorno natural y fresco ideal para relajarse.

Además, se dispone de un aparcamiento vigilado y gratuito durante todo el día, facilitando así la llegada y estancia de los turistas. La Playita abre sus puertas durante el verano, del 14 de junio al 14 de septiembre, con horario extendido en los meses de julio y agosto de 11:00 a 20:00, de lunes a domingo.

Una experiencia diferente para disfrutar sin igual

En definitiva, la Playita de Zahara de la Sierra es el destino perfecto para escapar del calor estival, vivir momentos únicos en un entorno natural incomparable y disfrutar de una experiencia refrescante sin necesidad de pisar la arena. ¿Te atreves a descubrir este tesoro oculto en Cádiz?