Cuando el atletismo sospechaba del bestial récord de Ruth Chepngetich
La marca que desató controversia en el mundo del running
El 13 de octubre de 2024 quedará grabado en la historia del atletismo como el día en que Ruth Chepngetich desafió los límites de lo posible al completar una maratón en Chicago en menos de 2 horas y 10 minutos, marcando un hito sin precedentes con un tiempo de 2 horas, 9 minutos y 56 segundos. Sin embargo, lo que inicialmente fue celebrado como un logro extraordinario, pronto se vio envuelto en un manto de sospecha que cuestionó la legitimidad de tan impresionante rendimiento.
Expertos y seguidores del running se vieron inmersos en un debate acalorado, preguntándose cómo era factible alcanzar semejante hazaña sin recurrir a ayudas externas. Las dudas comenzaron a cernirse sobre Chepngetich, quien hasta ese momento no había estado bajo el radar de las controversias relacionadas con el dopaje en el deporte.
La sombra del dopaje y las suspicacias en el atletismo
Álex Calabuig, director de ‘CORREDOR’, alzó la voz en representación de aquellos que veían el récord con escepticismo, cuestionando cómo una corredora con experiencia podía rebajar de manera tan drástica una marca ya cuestionable previamente. La sospecha se alimentaba no solo por el rendimiento excepcional de Chepngetich, sino también por antecedentes de dopaje en atletas keniatas.
El positivo por hidroclorotiazida detectado en un control posterior a la hazaña de la maratoniana keniata no hizo más que confirmar los temores de quienes veían en su registro una señal de alerta. A pesar de la falta de pruebas concretas antes de la competición, las suspicacias se habían apoderado del mundo del atletismo.
El impacto del rendimiento extraordinario y las superzapatillas
El debate se extendió a la influencia de las superzapatillas y el avance tecnológico en el rendimiento deportivo. Mientras algunos defendían la posibilidad de que el calzado de última generación hubiera contribuido al récord de Chepngetich, el positivo por dopaje desdibujó esta teoría y dejó en entredicho cualquier explicación que no involucrara sustancias prohibidas.
La incredulidad ante la velocidad de la keniana en los primeros kilómetros llevó a replantearse no solo la validez de su marca, sino también los límites éticos y físicos del deporte de alto rendimiento. La gesta de Chepngetich generó más preguntas que respuestas, sumiendo al atletismo en una crisis de confianza y credibilidad.
El legado de un récord manchado por el dopaje
A pesar de que el récord de Ruth Chepngetich no pueda ser revocado debido a la cronología de los hechos, la sospecha y la controversia han dejado una marca imborrable en la historia del atletismo. La sombra del dopaje proyectada sobre la maratoniana keniata ha empañado su logro, recordándonos la fragilidad de la integridad deportiva y la importancia de preservar la limpieza en las competiciones.
El atletismo, sacudido por un récord envuelto en controversia, se ve obligado a reflexionar sobre sus valores y a reafirmar su compromiso con la transparencia y la lucha antidopaje. Ruth Chepngetich pasará a la historia no solo por su registro sobrehumano, sino también por la duda que lo acompaña, recordándonos que el deporte de élite exige no solo esfuerzo y talento, sino también honestidad y respeto por la competición.