El sorprendente prólogo de Mario Vargas Llosa para un violín Stradivarius

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El legado del último Stradivarius y el emotivo prólogo de Mario Vargas Llosa

Descubre la historia detrás de la novela que une misterio, música y una despedida inolvidable

En un taller de Cremona, donde el silencio es liturgia y el golpeo en la madera marca una respiración antigua, Alejandro G. Roemmers regresa al origen de su última novela, ‘El Último Stradivarius’ (Planeta). La trama, que inicia con un doble asesinato en Paraguay, se sumerge en la obsesión de un escritor que busca desentrañar el enigma detrás del último violín fabricado por Antonio Stradivari en 1737.

Con un prólogo conmovedor de Mario Vargas Llosa, la novela entrelaza misterio y reconstrucción histórica, donde el violín Ángelo se convierte en amuleto, testigo y protagonista de una narración que oscila entre lo real y lo milagroso, entre la muerte y la música.

El emotivo adiós de Mario Vargas Llosa

En su último prólogo antes de su fallecimiento, Mario Vargas Llosa deja una huella imborrable en ‘El Último Stradivarius’. Este acto de despedida, que involucró a su hijo Álvaro debido a la falta de movilidad en sus manos, se convirtió en un reconocimiento póstumo cargado de calidez y sinceridad hacia Roemmers, un gesto que marcó al autor argentino de manera profunda.

Las cerca de 15 páginas escritas con esfuerzo por Vargas Llosa se convierten en una síntesis de su pensamiento literario, reflexionando sobre el poder de las historias, la memoria de los objetos y el legado que perdura más allá de la vida.

La magia de los Stradivarius y su legado en la historia

El arte de la lutería moderna en Cremona, con figuras como Antonio Stradivari y Giuseppe Guarneri del Gesù, revela la perfección y el misterio detrás de los violines legendarios. La densidad de la madera, los secretos del barniz y las variaciones únicas transmiten a estos instrumentos una calidad sonora inigualable.

Roemmers, al sostener por primera vez un Stradivarius auténtico en la Fondazione Casa Stradivari, experimenta una conexión única con el violín llamado Ángelo, título que coincide con el de su novela. Para él, esta coincidencia no es casualidad, sino un acorde final que cierra un círculo lleno de magia y significado.

La música como compañía eterna

La novela ‘El Último Stradivarius’ no solo explora el universo de la lutería, sino que también invita a reflexionar sobre cómo los objetos y la música nos acompañan a lo largo del tiempo. Roemmers comparte su experiencia sobre la emotividad de la música, la carga emocional de los recuerdos y la sensación de conexión eterna que pueden brindar ciertos objetos como los violines.

En un mundo lleno de tecnologías inteligentes, Roemmers advierte sobre el cuidado que debemos tener al permitir que los objetos nos condicionen. Sin embargo, reconoce el poder de la música como un consuelo y una forma de resistencia emocional, capaz de trascender generaciones y emociones.

La esencia de ‘El Último Stradivarius’

En un viaje que va más allá de la historia de un violín, Roemmers nos invita a explorar la profundidad de las conexiones humanas, la magia de lo real y la intemporalidad de la música. La novela, impregnada de misterio y emoción, nos sumerge en un universo donde la belleza, la historia y la música se entrelazan para dejar una huella imborrable en el lector.

Así, ‘El Último Stradivarius’ no solo es una novela, sino un testimonio de la capacidad de los objetos y las historias para perdurar en el tiempo, albergando en cada nota, en cada página, la esencia de lo eterno.

Un legado literario y musical que perdura

En un cierre lleno de significado, ‘El Último Stradivarius’ no solo nos sumerge en la historia de un violín legendario, sino que también nos invita a reflexionar sobre la trascendencia de las emociones, los recuerdos y la música en nuestras vidas. Roemmers, con la magistral pluma de Vargas Llosa en el prólogo, nos entrega una obra cargada de misterio, emoción y un profundo respeto por la belleza y el legado de la música clásica.

Así, la historia del último Stradivarius y el emotivo prólogo de Mario Vargas Llosa se fusionan en una obra única, capaz de traspasar las fronteras del tiempo y el espacio, para recordarnos que, al final, es la música la que nos acompaña, nos protege y nos conecta con lo eterno.

Prensa24.es