Imagina un lugar donde el verde lo inunda todo, donde la biodiversidad es exuberante y las flores exóticas dan un toque de color único. Ese lugar existe y se llama Madeira, la isla más verde del Atlántico. Su clima templado durante todo el año la convierte en un destino turístico ideal en cualquier temporada.

Además de su belleza natural, Madeira ofrece a los viajeros la oportunidad de adentrarse en su bosque Laurisilva, un Patrimonio Natural de la Humanidad declarado por la Unesco. Este bosque húmedo es el hogar de una gran variedad de especies vegetales y animales, convirtiéndolo en un paraíso para los amantes de la naturaleza.

Explorando las levadas y los senderos

Las levadas, antiguos canales de agua convertidos en rutas de senderismo, son una de las formas más fascinantes de descubrir los paisajes únicos de Madeira. Desde frondosos bosques hasta impresionantes cascadas, cada recorrido ofrece una experiencia inolvidable para los amantes del trekking.

Entre las rutas más destacadas se encuentra la de Caldeirão Verde, que te lleva a través del bosque de Laurisilva hasta una hermosa cascada. Para los más intrépidos, la Escalera al cielo del Pico Areeiro ofrece vistas panorámicas impresionantes desde lo alto de la isla.

Aventura en jeep y velero

Explorar Madeira en jeep te permite acceder a rincones de difícil acceso, descubriendo paisajes espectaculares entre la exuberante vegetación. También puedes disfrutar del océano Atlántico desde otro punto de vista, navegando en velero para avistar delfines, practicar snorkel o simplemente contemplar la belleza del mar al atardecer.

Tradición y comodidad en Funchal

La capital de la isla, Funchal, es el lugar ideal para hospedarse y explorar Madeira. Con su rica historia, monumentos, miradores y una animada agenda cultural, Funchal ofrece una experiencia única a sus visitantes. El Barceló Funchal Oldtown, un hotel de cinco estrellas con vistas al Atlántico, combina la tradición local con la comodidad moderna.

Playas de ensueño en medio del Atlántico

Aunque las playas de Madeira son mayoritariamente de arena negra y rocas, la isla ofrece lugares paradisíacos para disfrutar del mar. Desde piscinas naturales entre rocas gigantes en Seixal hasta la arena dorada de Machico y Calheta, hay opciones para todos los gustos. Además, la cercana isla de Porto Santo es un verdadero tesoro con sus nueve kilómetros de playa de arena fina y aguas turquesas.

Descubre la magia de Madeira, un destino donde la naturaleza y la aventura se funden para ofrecerte una experiencia inolvidable. ¡Prepárate para explorar la isla más verde del Atlántico y sumérgete en un paraíso natural que te dejará sin aliento!