Cómo se recicla un vehículo al final de su vida útil
Un proceso complejo para minimizar el impacto ambiental
Cuando un vehículo llega al final de su vida útil (VFU), no se convierte simplemente en chatarra. Detrás de ese viejo coche hay un proceso logístico y técnico complejo y regulado, diseñado para recuperar la mayor cantidad posible de sus materiales y minimizar el impacto ambiental.
La legislación europea establece objetivos ambiciosos para el reciclaje de VFU. Actualmente, se busca que al menos el 85% del peso de un vehículo sea reutilizado o reciclado, y que el 95% sea reutilizado o recuperado (incluyendo la valorización energética).
Entrega y descontaminación: paso crucial
Todo comienza cuando el propietario entrega su vehículo a un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT), comúnmente conocido como desguace. Estos centros están homologados para gestionar vehículos al final de su vida útil.
La descontaminación es el paso más crítico y delicado. Se extraen todos los fluidos y elementos peligrosos para el medio ambiente, como aceites, combustible, líquido refrigerante, gases del aire acondicionado, baterías, entre otros, evitando la liberación de sustancias tóxicas al ecosistema.
Desmontaje y Recuperación de Componentes
Una vez descontaminado, el vehículo pasa a la fase de desmontaje. Aquí se prioriza la recuperación de piezas que aún tienen valor y pueden ser reutilizadas o remanufacturadas.
Componentes como motores, faros, puertas, entre otros, son revisados, reparados si es necesario, y puestos a la venta como piezas de segunda mano. Esto es fundamental para la economía circular. Otros elementos como el cableado de cobre, catalizadores y ciertos plásticos se separan para su reciclaje específico.
Fragmentación y Separación de Materiales
Lo que queda del vehículo, una vez descontaminado y despiezado, es la carrocería y la estructura principal. Esto se envía a una planta fragmentadora donde se tritura en pequeños trozos y se separan por tipo de material mediante técnicas avanzadas.
Los metales férricos y no férricos se reciclan para fabricar nuevos productos, mientras que los plásticos, vidrios y otros materiales se procesan para su reciclaje o valorización energética. El objetivo es aumentar la capacidad de recuperar y reutilizar estos materiales para mantener una economía circular sostenible.
Reciclaje de Vehículos en Europa
La votación del Parlamento Europeo sobre los vehículos al final de su vida útil (VFU) marca un paso hacia la economía circular, pero la industria automotriz enfrenta desafíos en la gestión de carrocerías que no fabrican. La inclusión de plásticos preconsumo en los objetivos de reciclaje es vista como un avance, aunque persisten preocupaciones sobre cargas desproporcionadas a ciertos fabricantes.
Para garantizar un sistema equitativo y robusto, la industria pide normas claras y un reparto justo de responsabilidades en el reciclaje de vehículos. La ACEA insiste en la necesidad de un enfoque gradual y una definición clara de responsabilidades para todos los actores involucrados en la cadena de valor.
Conclusión
El reciclaje de vehículos al final de su vida útil es un proceso complejo que busca maximizar la recuperación de materiales y minimizar el impacto ambiental. A medida que la industria avanza hacia una economía circular, es crucial establecer normativas claras y equitativas para garantizar la sostenibilidad y la responsabilidad compartida en el reciclaje de automóviles en Europa.