El arrollador Borja Jiménez triunfa en Roquetas de Mar con cuatro orejas y un rabo
Una tarde de emociones y faenas memorables en la Feria de Santa Ana
En el cierre de la Feria de Santa Ana en Roquetas de Mar, Borja Jiménez dejó a todos los presentes sin aliento con su toreo arrollador y magistral. El torero de Espartinas brilló con luz propia al cortar cuatro orejas y un rabo, incluido el premiado toro que le otorgó la vuelta al ruedo. Una tarde llena de emociones y triunfos que quedarán grabados en la memoria de los aficionados taurinos.
Por su parte, Juan Ortega también tuvo su momento de gloria al pasear un trofeo, aunque no logró unirse a la salida a hombros debido a la deslucida condición de su oponente. Mientras que Morante de la Puebla, sin espada, demostró una vez más su maestría y arte, aunque las dificultades con el acero le impidieron materializar su brillante actuación en trofeos.
El arte de Morante de la Puebla
Con una larga de pie y un ramillete de verónicas, Morante recibió al primero de la tarde, un toro noble que no careció de emoción pero que mostró momentos de falta de raza. A pesar de las adversidades, el sevillano supo imponer su estilo único y elaborar una faena de gran nivel, destacando su toreo al natural con pases de una belleza inigualable. A pesar de los contratiempos con la espada, Morante recibió el reconocimiento del público con dos ovaciones.
La maestría de Juan Ortega
Juan Ortega demostró su temple y capacidad frente al segundo toro de la tarde, con verónicas templadas y chicuelinas ceñidas que hicieron vibrar a los tendidos. Su labor estuvo marcada por el temple y la maestría, culminando con una estocada que le valió la oreja del ejemplar. A pesar de su entrega, no pudo abrir la Puerta Grande, pero su actuación dejó una huella imborrable en la tarde taurina.
La contundencia de Borja Jiménez
Con su segundo toro, Borja Jiménez deslumbró a todos con una versión rotunda de su toreo. Desde el recibo con chicuelinas, el torero de Espartinas demostró mando y poder en cada pase, tapando los defectos del animal con una actuación meritoria e importante. Tras una estocada magistral, Borja se llevó las dos orejas y la vuelta al ruedo, en un merecido reconocimiento a su impecable faena.
Finalmente, con el sexto toro, Borja Jiménez firmó la faena más rotunda de la tarde, exhibiendo toreo en redondo, ligazón y mando sobre las embestidas del mejor toro de la corrida. Una estocada perfecta le valió para pasear las dos orejas y el rabo, cerrando así una tarde inolvidable para el mundo taurino y consagrándose como uno de los grandes del momento.
Conclusión
La Feria de Santa Ana en Roquetas de Mar nos regaló una tarde llena de emoción, arte y maestría, donde Borja Jiménez brilló con luz propia al cortar cuatro orejas y un rabo, mientras Morante de la Puebla y Juan Ortega también dejaron su sello en el ruedo. Un espectáculo taurino inolvidable que quedará grabado en la memoria de todos los aficionados a la tauromaquia.