Los habitantes de Las Palmas de Gran Canaria se encuentran en estado de shock tras el trágico suceso que sacudió el barrio de La Isleta el miércoles pasado. Una joven de 17 años fue víctima de un horrendo acto, presuntamente a manos de su pareja, quien la roció con material inflamable y prendió fuego a la vivienda. La víctima, con quemaduras en el 95% de su cuerpo, fue trasladada de urgencia en estado crítico a la unidad de quemados de Sevilla, generando consternación en la comunidad.

El presunto responsable de este atroz acto es Abarrafia Hader, un joven marroquí de 20 años que llegó a Lanzarote a principios de junio en condiciones irregulares. Tras emitirse una orden de deportación por falta de documentación legal, fue trasladado al centro de inmigrantes de Canarias 50. La menor, tutelada por el Gobierno de Canarias, había escapado del centro en varias ocasiones, denunciando finalmente que las lesiones fueron causadas por su pareja, desencadenando una intensa investigación para esclarecer si se trata de violencia de género.

La inseguridad en La Isleta y la opinión de Joaquín Prat

El programa matinal de Telecinco, ‘Vamos a ver’, se hizo eco de la inquietud de los vecinos de La Isleta, como Rosa, quien describió la atmósfera de «miedo» que se vive en el barrio. En este contexto, Joaquín Prat no ha pasado por alto el suceso y ha emitido duras críticas al Gobierno, señalando un preocupante problema en la administración.

Prat enfatizó la falta de control en la inmigración irregular en España, mencionando que este descuido conlleva a situaciones de grave inseguridad en varias zonas del país, incluyendo Las Palmas de Gran Canaria. Recordó el trágico asesinato de una trabajadora social en Badajoz a manos de menores tutelados, destacando las deficiencias en la tutela de menores con pasado delictivo y hogares desestructurados.

Crítica a la falta de recursos y tutela efectiva

El presentador de Telecinco lamentó que la Administración no destine los recursos necesarios para brindar una tutela efectiva a personas en situaciones vulnerables. Señaló la tendencia de privatizar sectores críticos, dejando en manos de empresas privadas responsabilidades que no cumplen con la debida atención y cuidado, según denuncias de educadores sociales que claman por una tutela efectiva y comprometida.

En resumen, el trágico suceso en Gran Canaria ha destapado no solo la fragilidad de nuestro sistema de tutela y protección, sino también la urgente necesidad de abordar con seriedad y responsabilidad los problemas estructurales que alimentan la inseguridad en nuestra sociedad.