Después de un largo proceso lleno de giros inesperados, la Audiencia Provincial de Granada ha dictado su veredicto final en el caso de Juana Rivas. La decisión es clara y contundente: su hijo menor, Daniel, de once años, deberá abandonar España y regresar a Italia para vivir con su padre, Francesco Arcuri, quien ostenta la custodia.

La determinación de la Audiencia ha dejado en claro que en los asuntos de familia, las medidas acordadas deben ser ejecutadas de inmediato, sin lugar a suspensión. En este caso, la orden de entrega de Daniel emitida por la Corte de Apelación de Cagliari ha sido ratificada y deberá cumplirse sin demora, marcando así un desenlace definitivo en este largo conflicto legal.

Un fallo basado en la cooperación internacional y el bienestar del menor

Los magistrados de la Audiencia han subrayado la importancia de respetar las decisiones judiciales de otros países miembros de la Unión Europea, enfatizando la necesidad de fortalecer la confianza mutua entre los sistemas legales de los Estados. En este sentido, la entrega de Daniel a su padre en Italia se convierte en un acto que busca garantizar el correcto funcionamiento del espacio de justicia en la Unión Europea.

Es crucial destacar que la resolución de la Audiencia no significa desprotección para el menor, sino que se fundamenta en el interés superior del niño, priorizando su bienestar por encima de cualquier consideración. A pesar de las implicaciones emocionales de esta decisión, se hace hincapié en la necesidad de velar por el futuro y la estabilidad de Daniel.

Reacciones y próximos pasos en el caso Juana Rivas

Tras conocer la sentencia de la Audiencia, Carlos Aránguez, abogado de Juana Rivas, ha expresado su agradecimiento por el apoyo recibido durante este difícil proceso legal. Enfatizó que la protección de un menor en riesgo es una responsabilidad compartida por todos, independientemente de ideologías o circunstancias.

El sobreseimiento provisional de la denuncia presentada por la madre del menor ha marcado un punto de inflexión en este caso, abriendo la puerta a una nueva etapa en la vida de Daniel. A pesar de las diferencias institucionales previas, se espera que la entrega del menor se realice conforme a lo establecido por la Audiencia, poniendo fin a una etapa dolorosa para ambas partes.

Un desenlace que marca un nuevo comienzo

En definitiva, la resolución de la Audiencia de Granada en el caso Juana Rivas supone un punto y final a una historia de disputas legales y emocionales. Con el bienestar de Daniel como principal prioridad, se espera que este desenlace marque el inicio de una etapa de estabilidad y armonía para el menor y su familia.

El caso Juana Rivas ha generado debate y controversia, pero ahora es momento de mirar hacia adelante y priorizar el interés superior del menor sobre cualquier otro aspecto. Con la decisión tomada, se espera que tanto Juana como Francesco encuentren la paz y el equilibrio necesarios para seguir adelante en sus vidas.