La impactante traición de Montse Tomé a la meritocracia

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Montse Tomé traiciona la meritocracia

Una reflexión sobre las decisiones de la seleccionadora española femenina

La historia se repite en el fútbol femenino español. La reciente actuación de la selección en el duelo de cuartos contra Suiza nos deja un sabor agridulce, con un desempeño que ha levantado cuestionamientos sobre la gestión de Montse Tomé. Recordemos que el camino hacia el éxito en el deporte exige no solo talento individual, sino también una gestión basada en la meritocracia.

En aquel equipo del 97 que llegó a semifinales europeas estaba Toña Is, una de las pioneras que allanaron el camino para generaciones posteriores. Sin embargo, en el presente, nos encontramos con decisiones que parecen desviarse de este espíritu competitivo y equitativo.

Un atasco en el centro del campo y la falta de efectividad

El partido contra Suiza reveló problemas tácticos evidentes. El equipo se atascó en el centro, con jugadoras buscando constantemente meterse hacia dentro en lugar de marcar diferencias desde sus posiciones naturales. La falta de efectividad en el remate se hizo patente con dos penaltis fallados, situaciones que pueden marcar la diferencia en partidos de alta competencia.

Decisiones reveladoras en la zona mixta

La declaración de Montse Tomé en zona mixta, afirmando que ella decide quién tira los penaltis en el equipo, dejó al descubierto una jerarquía de decisiones que ha generado controversia. Los antecedentes, como en los Juegos Olímpicos, donde Mariona cedió su oportunidad de lanzar un penalti clave, ponen en entredicho la equidad y la transparencia en la toma de decisiones.

Equilibrio interno y proyección a futuro

La gestión de la plantilla, especialmente en lo que respecta a jugadoras como Mariona, Alexia y Aitana, plantea interrogantes sobre el equilibrio interno del equipo. ¿Está Montse priorizando el marketing y el peso histórico por encima del rendimiento en el campo? Las decisiones tomadas podrían tener implicaciones significativas cuando el equipo enfrente a potencias como Alemania, Francia o Inglaterra.

Una llamada a la meritocracia y la cohesión de equipo

Es fundamental recordar que la verdadera grandeza se construye sobre la base de la meritocracia y el trabajo en equipo. Las decisiones en la dirección de un equipo deportivo deben reflejar un equilibrio entre el talento individual y la cohesión colectiva. En un contexto de competencia feroz, cada elección cuenta y puede marcar la diferencia entre la gloria y la derrota.

Conclusión

La gestión de Montse Tomé al frente de la selección española femenina plantea dudas sobre su compromiso con la meritocracia y la equidad en la toma de decisiones. En un momento crucial como el actual, donde se avecinan enfrentamientos decisivos, es imperativo que prime la cohesión interna y el respeto a la capacidad individual de cada jugadora. Solo así se podrá aspirar a alcanzar las ansiadas semifinales y competir con las potencias del fútbol europeo.

Prensa24.es