«Estábamos encadenados, comíamos como perros»: los abusos de los agentes de inmigración de EE.UU. a los detenidos
La crudeza de las prácticas abusivas del ICE puesta al descubierto por un escalofriante informe
En un relato desgarrador, Harpinder Singh Chauhan, ciudadano británico, describe su experiencia al ser detenido por el ICE en EE.UU. en febrero y deportado en junio: «Estábamos encadenados, así que no podíamos alcanzar los platos con las manos. Teníamos que poner los platos en sillas y luego agacharnos y comer con la boca, como perros».
La oenegé Human Rights Watch ha documentado una serie de abusos amparados en la Orden Ejecutiva 14.159 de Trump, que ha llevado el promedio de detenidos por razones migratorias de 37.500 a más de 56.000, siendo el 72% de ellos sin antecedentes penales. El hacinamiento, la negligencia médica y los tratos crueles son moneda corriente en estos centros de detención.
Hacinamiento y condiciones inhumanas
Los testimonios recopilados por HRW revelan el horror que viven los detenidos en celdas heladas, sobrepobladas, sin ropa de cama ni acceso adecuado a la higiene. El proceso de admisión inhumano, las condiciones insalubres y la falta de servicios básicos son una constante.
Negligencia médica con consecuencias mortales
Personas con enfermedades crónicas como diabetes, asma o VIH han sido privadas de atención básica, resultando en tragedias como la muerte de Marie Ange Blaise, haitiana de 44 años, mientras el personal ignoraba sus gritos de auxilio. Desde principios de 2025, al menos once personas han fallecido bajo custodia del ICE.
Tratos degradantes y castigos crueles
Los detenidos han sido encadenados durante traslados, golpeados por resistirse pacíficamente y aislados como castigo. La expansión de estas detenciones bajo Trump ha agravado la situación, con centros superando su capacidad y un aumento considerable de abusos.
Un sistema que vulnera derechos humanos
El informe de HRW revela que el ICE y sus contratistas incumplen las políticas que exigen trato digno, atención médica y protección contra abusos. La detención migratoria en EE.UU. se ha convertido en un mecanismo de castigo sin supervisión efectiva, dejando a su paso familias destrozadas y una crisis de derechos humanos.
Conclusiones contundentes
Los abusos sistemáticos del ICE en los centros de detención migratoria de EE.UU. son una afrenta a los derechos humanos y a los valores fundamentales del país. Es urgente una revisión estructural que ponga fin a esta espiral de violencia y deshumanización que afecta a personas vulnerables en busca de un futuro mejor.