El desguace de Red Bull: adiós de Newey y Horner y riesgo de perder a Verstappen
Ganar por sistema termina siendo un problema en la Fórmula 1
Red Bull, la escudería campeona que ha construido un imperio en la Fórmula 1, se encuentra sumida en un periodo de descomposición. El reciente despido de Chris Horner, director del equipo, marca el inicio de una nueva era para la escudería. Un legado impresionante de ocho títulos de pilotos y seis de constructores se ve opacado por conflictos internos y luchas de poder.
El ambiente tenso en Red Bull se vio reflejado en la salida de Horner, cuya posición se debilitó tras acusaciones de acoso sexual. En medio de estas controversias, Adrian Newey, ingeniero estrella, también presentó su dimisión, marcando así un punto de inflexión en la escudería.
La división interna y el impacto en la pista
Las luchas de poder entre diferentes facciones dentro de Red Bull han tenido un impacto directo en su desempeño en la pista. Max Verstappen, el actual campeón, se ha visto envuelto en esta situación al posicionarse junto a su padre en uno de los bandos en conflicto. La falta de estabilidad interna ha repercutido en la producción de triunfos del equipo, evidenciando la crisis que atraviesa.
El segundo coche y los cambios drásticos
Uno de los puntos de discordia en Red Bull ha sido el rendimiento del segundo coche, ocupado por ‘Checo’ Pérez y posteriormente por Liam Lawson y Yuki Tsunoda. Los constantes cambios y la falta de resultados han generado cuestionamientos sobre las decisiones de Horner, quien se enfrenta a críticas por la gestión de su equipo.
El futuro incierto de Verstappen
Los rumores en el paddock sobre el posible interés de Mercedes en Max Verstappen plantean un nuevo desafío para Red Bull. La incertidumbre en torno al futuro del campeón, con un contrato vigente hasta 2028, sumado a la presión de otras escuderías, abre la puerta a la posibilidad de una partida que podría cambiar el panorama de la Fórmula 1.
Conclusiones inminentes
El desguace de Red Bull, marcado por las salidas de figuras clave como Horner y Newey, así como los conflictos internos y la incertidumbre en torno a Verstappen, deberá resolverse en los próximos meses. El futuro de la escudería y su capacidad para mantenerse en la cima de la Fórmula 1 dependerá de las decisiones que se tomen en este periodo de transición.