La noticia de la lamentable muerte de Montse Aguilar, una trabajadora municipal de la limpieza en Barcelona, ha conmocionado a la opinión pública. El fatídico 28 de junio, tras finalizar su jornada laboral, Montse falleció debido a las altas temperaturas, dejando atrás a una familia destrozada y exigiendo respuestas a las autoridades competentes.

La familia de Montse Aguilar ha salido a la luz para reclamar que la muerte de la trabajadora era evitable, ya que, según ellos, Montse había manifestado malestar por el calor días previos a su fallecimiento. Clara Aguilar, hermana de la fallecida, expresó su indignación ante la falta de contacto por parte del Ayuntamiento para ofrecer condolencias, señalando que «no queremos que vuelva a pasar más» y demandando ser tratados con humanidad y empatía en un momento tan doloroso.

Denuncias y reclamaciones por parte de la familia

En una rueda de prensa realizada desde la sede de CGT en Barcelona, Clara Aguilar anunció que la familia esperará los resultados de la autopsia judicial. En caso de confirmarse que la causa de la muerte fue un golpe de calor, tomarán acciones legales contra la empresa de limpieza (FCC) y el Ayuntamiento. La falta de medidas preventivas y las condiciones de trabajo inadecuadas han generado un profundo malestar en la familia de Montse.

Asimismo, Ramon Samblas, delegado de prevención de CGT en el consistorio, afirmó que la muerte de Montse era «totalmente evitable». Reveló que en los últimos cinco años, se habían emitido 16 resoluciones con requerimientos y sanciones a la empresa de limpieza por las condiciones laborales en situaciones de calor extremo. Desde prendas poco transpirables hasta la ausencia de suministro de agua adecuado, han sido señaladas como causas potenciales de esta tragedia.

Alerta ante futuros episodios de calor

Ante la posibilidad de más olas de calor durante el verano, Ramon Samblas ha alertado sobre casos recientes de golpes de calor entre los trabajadores, algunos de los cuales requirieron atención médica urgente. La Confederación General del Trabajo ha recibido informes sobre la dificultad que enfrentan los empleados para acceder a la asistencia médica necesaria en caso de emergencia, lo que plantea serias dudas sobre la responsabilidad de las empresas externalizadas en situaciones de riesgo laboral.

La indignación y la exigencia de justicia por parte de la familia de Montse Aguilar resuenan con fuerza, recordándonos la importancia de garantizar condiciones laborales seguras y respetuosas con la salud de los trabajadores. La tragedia de Montse no puede quedar impune, y su memoria debe servir como un llamado urgente a la acción para prevenir futuras pérdidas evitables.