Tras el inicio del incendio forestal en Navaluenga (Ávila) ayer a las 14:10 horas, la Junta de Castilla y León ha decidido rebajar la situación operativa del plan Infocal a nivel uno. Este fuego, que surgió en la zona boscosa de La Chinita, ha representado una amenaza para la población y el patrimonio natural, llegando a afectar aproximadamente 1.500 hectáreas de pasto y monte bajo, incluyendo encinares y enebros.

Evacuaciones y desafíos en la extinción

El incendio obligó a desalojar preventivamente a residentes de una urbanización y cortar tres carreteras secundarias en la región. A pesar de las difíciles condiciones iniciales, con fuertes vientos, el trabajo de los equipos de extinción y la disminución del viento durante la noche han sido clave para avanzar en las labores de extinción.

Durante el día, se han enfrentado a reactivaciones del fuego entre las 13:00 y las 15:00 horas, las cuales han sido controladas rápidamente. Aunque aún se desconoce la causa del incendio, las autoridades locales junto con la Guardia Civil están investigando activamente su origen en el paraje boscoso conocido como La Chinita.

Situación actual y medios desplegados

En cuanto a las vías afectadas, actualmente solo una carretera secundaria permanece cerrada al tráfico debido a la presencia de humo y polvo. Por su parte, el dispositivo de extinción está conformado por más de medio centenar de medios terrestres y aéreos, incluyendo helicópteros, cuadrillas terrestres, autobombas, brigadas helitransportadas, bulldozer, agentes medioambientales y técnicos.

En este sentido, la evolución favorable del incendio, a pesar de permanecer activo, ha permitido que la localidad de Navaluenga recupere gradualmente la calma, destacando la valiosa labor de los voluntarios en los primeros momentos críticos para proteger las viviendas de las llamas.

Conclusiones y perspectivas

A pesar de la rebaja a nivel uno en la operatividad del plan Infocal, el incendio de Navaluenga continúa siendo una preocupación para las autoridades y la población local. La cooperación entre los equipos de extinción, la investigación del origen del fuego y el apoyo de la comunidad son fundamentales para controlar la situación y evitar mayores daños. La esperanza se mantiene en que, con el esfuerzo conjunto, pronto se logre extinguir por completo este incendio que ha puesto en riesgo la biodiversidad y la seguridad de la zona.