En la vorágine del día a día, a menudo olvidamos que el verdadero fundamento de la familia es el matrimonio. Antes de ser padres, éramos pareja: dos individuos que se encontraron, se reconocieron y decidieron construir un proyecto juntos. La relación de noviazgo, esa etapa de descubrimiento y complicidad, dio paso al compromiso matrimonial, en el que sentíamos la presencia de algo superior que nos llamaba a unirnos en matrimonio.

Con el paso del tiempo, las responsabilidades cotidianas se han ido acumulando. El trabajo, la casa, los hijos, las actividades extraescolares… Todo parece conspirar para reducir el tiempo que dedicamos a fortalecer nuestra conexión como pareja. La comunicación se resiente, la paciencia se desgasta y, en ocasiones, olvidamos que somos un equipo con un objetivo común.

El desafío de las vacaciones escolares

Con la llegada de las vacaciones escolares, la dinámica familiar se intensifica. El tiempo que pasamos 24/7 con nuestros hijos puede acentuar la distancia entre los cónyuges. Es fundamental tomar conciencia de esta situación y buscar maneras de revertirla. Las vacaciones representan una oportunidad para reconectar con nosotros mismos y con nuestra pareja, recordando que somos el pilar fundamental de la familia.

Pequeños gestos, grandes impactos

Inés Serrano Fernández, Doctora en Psicología, nos invita a reflexionar sobre la importancia de mantener viva la llama del matrimonio incluso en medio de la vorágine diaria. Pequeños gestos como ceder el turno para descansar, dedicar unos minutos al día para compartir y agradecer juntos, o planificar actividades individuales que den espacio a la pareja, pueden marcar una gran diferencia en la relación.

El matrimonio como pilar familiar

Cuando el matrimonio funciona, la familia en su conjunto se beneficia. Al priorizar la conexión y el bienestar de la pareja, estamos sentando las bases para un ambiente familiar más armonioso y saludable. Recordemos que somos modelos a seguir para nuestros hijos, y que ofrecerles un hogar donde el amor y la comunicación son pilares fundamentales es un regalo incalculable.

Conclusiones: ¿Family first…? Matrimonio first

En medio de las exigencias y responsabilidades cotidianas, no debemos perder de vista que el matrimonio es el eje sobre el cual gira la familia. Cuidar la relación de pareja, mantener viva la complicidad y la comunicación, es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos. En estas vacaciones, recordemos que fortalecer el matrimonio es una inversión a largo plazo en el bienestar de toda la familia.