Los jesuitas planeaban ocultar al pederasta Peris en Bolivia sin fecha de retorno
Los jesuitas tenían la intención de enviar al pederasta José «Pepe» Peris a Bolivia para evitar su regreso a España. La decisión de trasladar a Peris había sido consensuada por la cúpula de la Compañía de Jesús en España, pero finalmente fue cancelada debido a la presión de las víctimas del sacerdote.
Según fuentes cercanas a la investigación, los jesuitas tenían previsto enviar a Peris a vivir en un internado en Bolivia, lejos de la vista pública y sin una fecha establecida para su regreso. Esta medida buscaba proteger la imagen de la institución religiosa y evitar enfrentar las consecuencias legales por los abusos cometidos por Peris.
Sin embargo, la idea de ocultar a Peris en Bolivia fue criticada por las víctimas del sacerdote, quienes exigían que se le hiciera frente a la justicia en España. Ante la presión mediática y social, la Compañía de Jesús decidió finalmente suspender el traslado de Peris y enfrentar las responsabilidades legales derivadas de sus acciones.
En este sentido, las autoridades eclesiásticas se comprometieron a cooperar con la justicia y a colaborar en la investigación de los abusos de Peris. Asimismo, se anunció que se tomarán medidas para prevenir futuros casos de abuso sexual en el seno de la institución religiosa.
Las víctimas de Peris se mostraron satisfechas con la cancelación de su traslado a Bolivia y esperan que se haga justicia en el caso del sacerdote pederasta. La decisión de los jesuitas de enfrentar las consecuencias de sus acciones ha sido recibida con alivio por parte de la opinión pública.
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