El pasado 28 de abril, España se sumió en la oscuridad, dejando a todos a ciegas. Casi dos meses después, la incertidumbre recae sobre las empresas eléctricas e industrias, quienes se encuentran en la penumbra en cuanto a los costes energéticos que deben afrontar.

Red Eléctrica, en un intento por brindar estabilidad al sistema, ha estado operando en un «modo seguro» durante semanas. Esta medida implica un aumento en el consumo de gas para la generación de electricidad y la activación del mercado de ajustes, lo que añade costes adicionales. Sin embargo, ni la compañía presidida por Beatriz Corredor ni el Gobierno han proporcionado un horizonte temporal sobre esta situación, generando incertidumbre en el sector.

Falta de claridad y preocupación sobre el futuro

Según fuentes del sector energético, muchas empresas eléctricas se encuentran en la incertidumbre respecto al marco temporal al que deben ajustarse. Aunque la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha anunciado que el informe sobre las causas del apagón estará disponible a finales de julio, la duración de esta situación sigue siendo una incógnita.

El problema se agrava a medida que aumentan las preocupaciones sobre la prolongación de esta «nueva normalidad». Las empresas eléctricas ya no pueden soportar la presión de los costes, trasladando el encarecimiento de la luz en el mercado mayorista a los consumidores. Por otro lado, las industrias electrointensivas contemplan la suspensión de inversiones ante la falta de visibilidad sobre el horizonte temporal del «modo reforzado».

Reclamos del sector energético

La gran patronal eléctrica Aelec ha expresado su preocupación en un comunicado público, señalando que la estrategia de operación actual está generando sobrecostes elevados que recaen directamente sobre los agentes de mercado. Ante esta situación, solicitan una propuesta transitoria y excepcional para abordar estos desafíos inesperados.

Desde el sector se reclaman medidas urgentes. Se propone la recuperación de estos costes de forma escalonada en el tiempo, difiriendo su impacto para mitigar efectos inmediatos. Una opción sería definirlos como costes regulados que puedan ser recuperados en varias liquidaciones reguladas del sistema eléctrico.

A nivel regulatorio, se plantea la posibilidad de contabilizar inicialmente estos costes en la retribución del operador del sistema, para luego repercutirlos en la demanda de forma laminada durante un periodo de cinco años. Estas medidas buscan suavizar el impacto en consumidores y comercializadoras.

Definición de un nuevo segmento de mercado

Ante la incertidumbre que afecta a todo el sector, se sugiere que la CNMC defina un nuevo segmento de mercado para contabilizar correctamente estos costes adicionales y establecer las bases para su recuperación. Esto garantizaría una solución efectiva para afrontar esta situación extraordinaria y garantizar la estabilidad del sistema eléctrico en el futuro.

Conclusión

La falta de claridad por parte del Gobierno en relación con el «mix reforzado» pone en peligro las inversiones del sector eléctrico, generando incertidumbre y preocupación en las empresas e industrias. Es fundamental que se tomen medidas urgentes para garantizar la estabilidad del sistema y brindar certidumbre a los agentes del mercado. La definición de un marco temporal y la adopción de soluciones que permitan la recuperación de los costes de forma escalonada son cruciales para superar esta crisis y evitar impactos negativos a largo plazo en el sector energético.