En el mercado de vehículos de segunda mano en España, los compradores se enfrentan a una problemática que encarece significativamente su compra: el kilometraje trucado. De acuerdo con un estudio de carVertical, los consumidores en España terminan desembolsando un 20,5% más por coches cuyo cuentakilómetros ha sido manipulado. Esta práctica no solo distorsiona el verdadero valor del vehículo, sino que también genera pérdidas anuales que rondan los 167,4 millones de euros en el país ibérico.

Matas Buzelis, experto en el mercado automovilístico de carVertical, explica: «No es ningún secreto que los compradores prefieren coches con menos kilometraje. Desafortunadamente, esto los convierte en presas fáciles para el fraude. Cuando se reduce el kilometraje, se crea la ilusión de un mejor estado del coche. Los estafadores apuntan tanto a vehículos económicos como a los de alta gama».

El impacto a nivel europeo y las pérdidas millonarias

A nivel europeo, el problema del kilometraje manipulado adquiere dimensiones alarmantes, con pérdidas estimadas en alrededor de 5.300 millones de euros al año debido a esta práctica fraudulenta. Este fenómeno se extiende por la mayor parte de Europa occidental, aunque también se registra en países del este del continente.

El estudio resalta que conductores de países como Reino Unido, Francia y Alemania son los más afectados económicamente por la alteración de cuentakilómetros. Reino Unido lidera la lista con pérdidas anuales de aproximadamente 1.400 millones de euros, seguido por Francia con 1.150 millones y Alemania con 1.100 millones. En contraste, el impacto es menor en naciones como Ucrania, Serbia y Rumanía.

Advertencias y consecuencias del fraude

Matas Buzelis alerta sobre las implicaciones de este fraude: «En muchos casos, si el kilometraje ha sido manipulado, el vehículo podría ocultar otros problemas, lo cual es especialmente preocupante dada la falta de regulación global en la protección de los compradores».

Para llevar a cabo su análisis, carVertical examinó informes de historial de vehículos de 17 países europeos, teniendo en cuenta el precio promedio de coches usados, el porcentaje de vehículos con kilometraje manipulado y el impacto financiero de esta estafa.

Conclusión: una llamada a la precaución y la transparencia

El fraude del kilometraje en coches usados no solo representa un desafío para los compradores, sino que también impacta negativamente en la economía y la confianza en el mercado automovilístico. Ante esta realidad, es fundamental que los consumidores estén alerta, exijan transparencia en la información proporcionada y, en la medida de lo posible, recurran a servicios especializados que verifiquen la veracidad de los datos del vehículo a adquirir.

Combatir este tipo de prácticas fraudulentas no solo protege los intereses económicos de los compradores, sino que también contribuye a un mercado más ético y justo para todos los actores involucrados en la compra y venta de vehículos usados.