Cada vez es más complicado encontrar un lugar en la costa española donde vivir. Según un informe reciente de Pisos.com, el costo promedio de una vivienda en las playas de España ha alcanzado los 282.439 euros, lo que representa un aumento del 4,78% con respecto al año anterior, cuando el precio medio era de 269.459 euros. Esta tendencia al alza se suma al incremento experimentado entre 2023 y 2024, que fue del 4,01%. Asimismo, en el ámbito del alquiler, el precio medio semanal ha pasado de 895 euros a 972 euros, con un aumento interanual del 8,55%, superando el incremento del año anterior, que fue del 6,03%.

La Diversidad de Precios en las Costas Españolas

En el ranking de las playas más exclusivas de España, la Costa del Garraf en Barcelona se sitúa en la cima, con un precio medio de vivienda de 550.057 euros, casi el doble del promedio nacional. Le siguen Baleares, con 479.315 euros, y la Costa Vasca, con 432.209 euros. Por otro lado, las propiedades más asequibles se encuentran en la Costa de Almería (140.115 euros), Rías Altas (161.982 euros) y Costa Cálida (168.730 euros).

Los Territorios con Mayores Aumentos

Las Islas Canarias encabezan la lista de las zonas más revalorizadas, con un incremento del 9,03%, seguidas de la Costa del Sol (8,99%) y la Costa Cálida (8,64%). Este crecimiento en los precios de la vivienda y el alquiler se traduce en un panorama desafiante para aquellos que buscan residir en la costa española.

Impacto en el Mercado de Alquiler

La disparidad de precios en el alquiler refleja la diversidad económica de las zonas costeras. Mientras Almería, Rías Altas y Rías Baixas ofrecen tarifas más asequibles (527-554 euros semanales), Baleares, Costa Brava y Costa del Garraf destacan por sus alquileres exclusivos (1.516-2.549 euros semanales). Los mayores incrementos se registran en Canarias (15,09%), Costa del Sol (12,51%) y Costa Blanca (10,70%).

Reflexiones sobre el Mercado Inmobiliario Costero

Ferrán Font, director de Estudios de Pisos.com, señala que en un contexto de oferta limitada, la línea entre primera y segunda residencia se ha difuminado, convirtiendo a las propiedades costeras en opciones viables para residencia permanente. Font destaca que la competencia por estos activos ha aumentado debido a la fuerte demanda, y considera que invertir en una vivienda cerca del mar sigue siendo una opción segura, dada la continua afluencia de turistas a España.

En conclusión, la escalada de precios en las costas españolas refleja un desafío creciente para aquellos que buscan establecerse en estas codiciadas zonas. La combinación de escasez de vivienda, aumento de precios y disparidades regionales en el mercado inmobiliario costero plantea interrogantes sobre la sostenibilidad y accesibilidad de la vivienda en estos destinos tan populares.