Con los pies envueltos en barro y frente a los vestigios de un puente derrumbado por la intensa lluvia en Belchite, Jorge Azcón recibió una noticia que agrió su día: el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) pospuso el traslado imperativo por ley de las pinturas murales románicas a Villanueva de Sijena, en Huesca.

El presidente aragonés, lejos de confrontaciones directas, decidió analizar detenidamente la propuesta de participar en una comisión técnica especializada, involucrando al Ayuntamiento de Barcelona, el Govern catalán y el Ministerio de Cultura. Sin embargo, dejó en claro que no aceptarán excusas ni dilaciones por parte del MNAC, exigiendo un compromiso serio y responsable.

La importancia del tiempo para Aragón

Tras casi cinco años de batallas legales, Aragón considera crucial el tiempo en el cumplimiento de la sentencia que ordena el retorno de las obras a su lugar de origen. Rechazan formar parte de una comisión que no priorice el traslado inmediato y que no respete las opiniones de los expertos aragoneses.

El presidente Azcón enfatizó la necesidad de establecer un cronograma antes de unirse a cualquier organismo, garantizando que el trabajo de los expertos tenga como objetivo principal la mudanza de las obras de Sijena a Huesca.

Debates técnicos y posicionamientos

Expertos en patrimonio coinciden en que el traslado es factible, aunque no exento de desafíos. La propuesta de comisión del MNAC, que integra a profesionales aragoneses, es vista como un paso positivo. Sin embargo, surgen discrepancias en torno a la viabilidad del traslado sin poner en riesgo las obras.

La historiadora Marisancho Menjón destaca la delicadeza del proceso y la necesidad de actuar con prudencia, pero sin dilaciones injustificadas. Las sentencias judiciales respaldan el retorno de las pinturas a Sijena, generando expectativas en Aragón.

Postura firme y desafíos legales

A pesar de las trabas y dilaciones, Aragón se muestra decidido a hacer valer sus derechos. Abogados como Jorge Español instan a solicitar la ejecución forzosa de la sentencia ante posibles obstáculos. La predisposición del MNAC a retener las obras en Barcelona es vista como un intento de demorar el proceso, generando tensiones entre ambas partes.

En medio de esta controversia, Aragón reafirma su compromiso con la protección y preservación del patrimonio, manteniendo la esperanza de un desenlace favorable en el traslado de las pinturas de Sijena.

Conclusión

Aragón se mantiene firme en su postura de no participar en una comisión técnica sin garantías de un traslado inmediato de las pinturas de Sijena. La defensa de su patrimonio cultural es prioritaria, y están dispuestos a seguir luchando por el retorno de estas obras a su lugar de origen. La batalla legal y técnica continúa, y solo el tiempo dirá el desenlace de esta disputa.