En un revelador análisis presentado durante la ponencia ‘Competitividad Europea’ en el Foro Económico y Social del Mediterráneo en Málaga, Arturo Bris, renombrado profesor de Finanzas y director del Centro de Competitividad Mundial de IMD, destacó que España se sitúa en el puesto 39 del Ranking de Competitividad Mundial de este año, elaborado por la prestigiosa escuela de negocios IMD.

Mejora mínima pero significativa

A pesar de haber avanzado una posición con respecto al año anterior, Bris resaltó que este cambio no posee un gran peso estadístico. Sin embargo, España permanece en la parte inferior de la lista en cuanto a competitividad entre los países europeos. Esta situación plantea importantes desafíos que deben abordarse con prontitud y eficacia.

El desafío del sector público español

Uno de los puntos críticos abordados por Bris fue la magnitud del sector público en España, al que calificó como «elefantiásico». Esta descripción enfatiza la necesidad de optimizar y reestructurar el funcionamiento de este sector para impulsar la competitividad y la eficiencia en el país.

Posicionamiento en la competitividad global

La posición de España en el Ranking de Competitividad Mundial refleja la importancia de implementar estrategias innovadoras y sostenibles que impulsen el desarrollo económico y la proyección internacional del país. Es fundamental identificar áreas de mejora y trabajar en soluciones concretas para potenciar la competitividad a nivel global.

Un llamado a la acción

Las palabras de Arturo Bris resuenan como un llamado urgente a la acción, instando a la sociedad y a las autoridades a trabajar de manera colaborativa y comprometida en la transformación y modernización de la estructura económica y competitiva de España. Solo a través de un esfuerzo conjunto y coordinado se podrá alcanzar un posicionamiento sólido y sostenible en el ámbito internacional.

Conclusión

La evaluación de Arturo Bris sobre la competitividad de España revela la necesidad imperante de impulsar cambios significativos en el sector público y en las políticas económicas para fortalecer la posición del país a nivel global. Es el momento de asumir desafíos, implementar reformas estructurales y fomentar la innovación para proyectar a España como un referente de competitividad y desarrollo en el panorama internacional.