En una decisión contundente, el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, anunció la suspensión temporal de todas las audiencias de asilo para migrantes provenientes del norte de África que llegan a las costas griegas en embarcaciones. Esta medida, que se extenderá por tres meses, tiene como objetivo frenar el creciente flujo de inmigrantes ilegales, en especial aquellos provenientes de Libia.

Con un tono firme, Mitsotakis afirmó ante el parlamento: «El camino a Grecia se está cerrando… cualquier migrante que entre ilegalmente será arrestado y detenido». Esta decisión será sometida a votación en la cámara, manteniendo informada a la Unión Europea sobre la situación.

Desembarcos masivos generan preocupación en Grecia

En los últimos días, más de 2.000 migrantes han desembarcado en la isla de Creta, uno de los destinos turísticos más importantes del país y lugar de origen de Mitsotakis. Estos eventos han provocado indignación entre las autoridades locales y los operadores turísticos, que ven con preocupación el impacto de esta situación en la isla.

Además, un grupo de aproximadamente 520 personas fue rescatado cerca de Creta en la madrugada del miércoles y será trasladado al puerto de Lavrio, en Atenas, según informó la guardia costera.

Intentos de frenar los flujos migratorios

Ante esta crisis migratoria, Grecia ha buscado opciones para contener los flujos de migrantes, incluyendo contactos con autoridades del este de Libia en Bengasi y con el gobierno reconocido por la ONU en Trípoli. Sin embargo, los esfuerzos se vieron frustrados recientemente cuando las autoridades locales cancelaron la visita del comisario de migración de la UE y ministros de migración de Grecia, Italia y Malta.

Conclusión: una medida controvertida en tiempos de crisis

La decisión de suspender las solicitudes de asilo para inmigrantes del norte de África representa un punto de inflexión en la política migratoria de Grecia, que busca hacer frente a un escenario marcado por desembarcos masivos y tensiones en las islas del país. A medida que la situación evolucione, será crucial encontrar un equilibrio entre la protección de fronteras y el respeto por los derechos de los migrantes en un contexto regional complejo.