Los toros de Victoriano del Río vuelan sobre el asfalto de Pamplona en el encierro más rápido
Un encierro vertiginoso en Sanfermines
Visto y no visto. Los toros de Victoriano del Río han dejado boquiabiertos a los presentes en Pamplona al protagonizar la carrera más rápida de las fiestas de San Fermín de este año. En un recorrido limpio y veloz, el último bravo entraba a la plaza de toros marcando un sorprendente tiempo de 2 minutos y 19 segundos. La adrenalina se palpaba en el ambiente mientras la manada corría sin desviarse del guion establecido.
Velocidad y nobleza en la tradición taurina
Con una reputación bien ganada por su rapidez y nobleza, los toros de Victoriano del Río, debutantes en San Fermín hace 15 años, han demostrado una vez más por qué son temidos y respetados en el mundo taurino. Saliendo unidos desde los Corrales del Gas, crearon un pequeño hueco en la manada al llegar a Mercaderes, donde un cabestro y un bravo se quedaron ligeramente rezagados.
Un momento de peligro y valentía
El momento más tenso se vivió cuando un participante cayó al suelo en el centro del carril, justo después de que la manada pasara por el tramo. A pesar de que los doce toros lo sobrepasaron, ninguno mostró intención de embestir. La valentía y la rapidez con la que continuaron su trayectoria demostraron la disciplina y el instinto de estos animales.
Menos tumulto, más espacio
Este año, la multitud en las calles de Pamplona fue menor que en ediciones anteriores, lo que permitió que hubiera más espacio para los corredores durante el encierro. La menor aglomeración contribuyó a reducir las montoneras y a brindar a los corredores la oportunidad de disfrutar de carreras más largas y emocionantes.
Conclusiones finales
Los toros de Victoriano del Río han dejado una vez más su huella en los Sanfermines, protagonizando un encierro vertiginoso y emocionante que será recordado por mucho tiempo. La combinación de velocidad, nobleza y valentía ha mantenido en vilo a los espectadores y corredores, creando un ambiente único de tradición y emoción en Pamplona.