Los partidos antisionistas en Israel que sostienen a Netanyahu en el poder
La influencia de los ultraortodoxos en la política israelí
En un juego político complejo y fascinante, los partidos antisionistas de Israel, representados principalmente por los ultraortodoxos de los partidos Haredim, juegan un papel crucial en el sostenimiento del primer ministro Benjamin Netanyahu en el poder. Aunque pueda sorprender, el antisionismo no es exclusivo de sectores externos a Israel, sino que también se manifiesta en la propia sociedad israelí, especialmente entre los judíos ultraortodoxos.
El antisionismo, lejos de ser una postura antisemita, encuentra su raíz en cuestiones religiosas y filosóficas profundas que chocan con la visión política dominante en el Estado de Israel. Los partidos Haredim, en su mayoría, defienden la no participación en el servicio militar obligatorio para poder dedicarse por completo a sus prácticas religiosas, lo cual genera tensiones con el resto de la sociedad israelí y, en especial, con el gobierno de Netanyahu.
El conflicto interno de los partidos Haredim
La propuesta de eliminar la exención del servicio militar para los ultraortodoxos, planteada por algunos sectores de la coalición gubernamental, puso en aprietos a Netanyahu y sus aliados. Este privilegio, que les permite a los Haredim no cumplir con el servicio militar, es motivo de discordia en la sociedad israelí, sobre todo en tiempos de conflicto armado.
Los partidos ultraortodoxos, con su postura antisionista arraigada en convicciones religiosas, mantienen una visión escéptica sobre el Estado de Israel, considerando que su reconstitución solo será posible con la llegada del Mesías. Esta creencia les genera desconfianza hacia las instituciones seculares del país, lo que les sitúa en una posición delicada en la arena política israelí.
El peso del partido Shas en la coalición de Netanyahu
En contraste con los partidos ultraortodoxos más radicales, el partido Shas, de tradición sefardí, ha optado por una postura más pragmática al aliarse con el Estado de Israel a cambio de influencia en la esfera política y social. Esta adaptación ha permitido a Netanyahu mantener un equilibrio precario en su coalición, a pesar de las tensiones internas.
La presencia de los partidos antisionistas en la política israelí no solo refleja las divisiones ideológicas y religiosas dentro de la sociedad, sino que también evidencia la complejidad de mantener el poder en un entorno político tan diverso y fragmentado como el israelí.
Conclusiones sobre la influencia de los partidos antisionistas
En definitiva, los partidos antisionistas en Israel, encabezados por los partidos ultraortodoxos Haredim, representan una fuerza política significativa que desempeña un papel determinante en la estabilidad del gobierno de Benjamin Netanyahu. Su postura fundamentada en convicciones religiosas y sociales choca con la corriente principal del sionismo en Israel, generando tensiones y desafíos constantes en el panorama político del país.