Una vida antes de la fama literaria

A menos que seas Brandon Sanderson, no puedes hacer una vida completa como escritor. Esta afirmación fue hecha por la escritora norteamericana Barbara Hambly a Emily Sanderson, la esposa del genial creador del universo Cosmere. Durante el Festival Celsius 232 de este año, se produjo un encuentro sideral entre dos de las grandes estrellas de la fantasía actual.

«Antes de ser escritor, trabajé en un hotel. Y ese es el único trabajo productivo que he tenido. Fui recepcionista porque pensé que podía escribir libros mientras estaba en el trabajo y ellos, mis jefes, me dejaban porque el que estuvo antes que yo solo dormía en el sofá. Así que piensan: ‘Si estás escribiendo libros, al menos estarás ahí, para atender a los que vengan y necesiten toallas o lo que sea’. Y así escribí un montón de libros en ese ordenador del mostrador de recepción», confesó Sanderson.

El apoyo inesperado de sus jefes

La historia de Sanderson en el hotel revela un aspecto poco conocido de su trayectoria antes de alcanzar la fama como escritor. A pesar de no ser el trabajo de sus sueños, el empleo en la recepción del hotel le brindó la oportunidad de continuar con su pasión por la escritura de manera inesperada.

La creatividad no entiende de barreras laborales

La actitud comprensiva de sus jefes al permitirle escribir mientras trabajaba muestra cómo la creatividad puede encontrar su camino incluso en entornos laborales poco convencionales. Esta anécdota revela la determinación de Sanderson por seguir su pasión a pesar de las circunstancias.

El valor del esfuerzo y la dedicación

La historia de Brandon Sanderson es un recordatorio inspirador de que el éxito no siempre llega de la noche a la mañana y que el camino hacia la realización de los sueños puede estar lleno de desafíos inesperados. Su perseverancia y dedicación son un testimonio de que con trabajo arduo y determinación, se pueden alcanzar metas aparentemente imposibles.

Una lección de vida que trasciende la literatura

La experiencia de Sanderson en el hotel no solo marcó el inicio de su carrera literaria, sino que también dejó una lección invaluable sobre la importancia de seguir adelante a pesar de las adversidades. Su historia es un ejemplo de que la pasión y la creatividad pueden abrir puertas inesperadas, incluso en los momentos más inesperados.