Suerte esquiva para el sevillano Juan Ortega en la penúltima corrida de Mont de Marsan
Tarde decepcionante en la Feria de la Madeleine 2025
La penúltima corrida de Mont de Marsan prometía ser un hito en la carrera del sevillano Juan Ortega, sin embargo, la suerte parecía haberle dado la espalda desde el inicio. El esperado ‘No hay billetes’ colgado días antes del festejo, generó una gran expectación que lamentablemente se transformó en decepción al finalizar la tarde. La falta de fondo y raza de los toros de El Parralejo condicionó no solo la labor de los matadores, sino también la posibilidad de triunfo.
El lleno en la Feria de la Madeleine 2025 presagiaba emociones intensas, pero la realidad en el ruedo fue distinta. La crónica publicada en ‘Mundotoro’ relata una tarde sin opciones para Juan Ortega y Roca Rey, donde la falta de transmisión de los toros dificultó la realización de faenas memorables.
Destacada actuación de Clemente frente al sexto toro
Entre la decepción generalizada, la actuación de Clemente frente al sexto toro se erigió como lo más destacado de la tarde. A pesar de las condiciones poco favorables, logró realizar una faena de corte clásico, salpicada de destellos de clase y rematada por arriesgadas luquesinas.
A pesar de la entrega y la técnica mostradas por Clemente, la falta de transmisión del toro limitó el vuelo de su faena. Un fallo en la colocación de la espada impidió que el merecido trofeo adornara su labor, recibiendo así el reconocimiento del público con palmas.
Roca Rey y su pulcra faena frente al segundo toro
El segundo toro de la tarde ofreció una buena oportunidad para Roca Rey, quien supo administrar al animal con maestría en una faena pulcra y medida. A pesar de la dificultad de apretar al toro, el diestro logró conectar con el público, aunque sin alcanzar el nivel deseado. La estocada final le valió el reconocimiento del respetable.
Actuación sin suerte de Juan Ortega
El sevillano Juan Ortega vivió una tarde complicada, donde la suerte le fue esquiva desde el primer momento. Con un toro que no rompió en la muleta, Ortega intentó dejar su sello con valentía, pero la falta de fuerza y emotividad del animal limitaron sus posibilidades. A pesar de su esfuerzo, solo pudo abreviar su actuación, recibiendo el silencio como respuesta.
En su segunda oportunidad, Juan Ortega se enfrentó a un toro noble pero falto de fuelle, que no le ofreció opciones para brillar en la arena. Con buen criterio, el diestro abrevió su faena, poniendo fin a una tarde marcada por la falta de fortuna.
Conclusión
La penúltima corrida de Mont de Marsan dejó un sabor agridulce en los aficionados, con momentos de brillantez en medio de una tarde marcada por la falta de emotividad y raza de los toros. A pesar de las adversidades, los toreros demostraron su entrega y valentía en el ruedo, dejando claro que la tauromaquia es un arte que requiere no solo destreza técnica, sino también un profundo vínculo con la impredecible suerte que rige el mundo taurino.